Los Comunes discutirá la Unión Europea sin citar la palabra Maastricht
El primer ministro británico, John Major, está casi seguro de vencer en la crucial votación sobre el Tratado de Maastricht convocada para el próximo miércoles. Major se reunió el jueves por la noche con sus diputados para apelar a su patriotismo y a su sentido común, y muchos de ellos se declararon "convencidos" tras las "emotivas" explicaciones de su líder. La moción que se votará el día 4 ha sido cuidadosamente redactada por el Gobierno, para no herir susceptibilidades. La sutileza es tal, que no se menciona en ningún momento la palabra Maastricht.
La moción, publicada ayer, contiene exactamente 141 palabras. Y aunque se refiere inequívocamente al Tratado para la Unión Europea, evita el término Maastricht, que se ha convertido en una palabra casi ofensiva para un sector de los tories británicos. El texto reza: "Esta Cámara constata que la Ley de las Comunidades Europeas (enmienda) obtuvo una mayoría de 244 votos en su segunda lectura y fue enviada a un comité de la Cámara; reconoce que se le prometió a la Cámara un debate general previo a la discusión en comité; y toma nota de que las intenciones del Gobierno de Dinamarca han sido ya clarificadas".
"La Cámara recuerda", sigue la moción, "el compromiso del Consejo Europeo en Lisboa respecto a la subsidiariedad, el acuerdo (del Consejo Europeo) en Birmingham respecto a la creación de un marco para la aplicación de ese principio, y los avances prácticos ya realizados para lograrlo; reconoce que el Reino Unido debería desempeñar un papel de liderazgo en el desarrollo de la Comunidad Europea para conseguir una Europa de libre mercado abierta a la adhesión de otras democracias europeas, con lo que se promoverán el empleo, la prosperidad y la inversión en el Reino Unido; e invita al Gobierno de Su Majestad a proceder con la ley para que la Cámara la considere en mayor detalle".
Oposición laborista
Esa es la moción. Lo dice todo, menos Maastricht. Para algunos, como el euroescéptico sir George Gardiner, "es tan genérica que uno se pregunta si hacía falta tanto bombo para acabar presentando algo así". Los laboristas, que votarán en contra para poner en dificultades a John Major, creen en cambio que la moción es demasiado audaz y explícita: "Ha sido redactada con la intención de conseguir el máximo número de votos de los liberales-demócratas (los más europeístas en Westminster) y evitar una crisis de Gobierno", señaló un portavoz del Partido Laborista.
Para los euroescépticos no especialmente fanáticos en el Partido Conservador, hacia quienes se dirige especialmente la cuidadosa redacción, la moción es aceptable.
En la actual situación, el resultado del miércoles sigue siendo dudoso, (el vicepresidente conservador, Tim Smith, dijo ayer que no estaba aún "demasiado convencido" de ganar), pero distintas fuentes parlamentarias estiman que la moción de Major logrará al menos cinco votos más que la aún desconocida moción de laboristas y euroescépticos.
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