La resurrección del rock progresivo
Emerson, Lake & Palmer actúa en Madrid, Barcelona y Valencia, tras 12 años de separación
Emerson, Lake & Palmer es un grupo que apenas dirá nada a los jóvenes aficionados a la música, pero hace 20 años el trío lideraba un estilo recién nacido: el rock progresivo. Con la mezcla de elementos sinfónicos, del pop y del rock, y haciendo gala de un virtuosismo instrumental, fue uno de los ejemplos más significativos de esta música. Hoy, 22 años después y a los 12 de su separación, el trío ha vuelto a publicar un disco (Black moon) y a actuar en directo, en una gira que recala hoy en Madrid (dentro del ciclo Otoño en Conde Duque), mañana en Barcelona y el día 2 en Valencia.
Carl Palmer es el primero del trío en llegar de Londres, donde junto a sus compañeros Keith Emerson y Greg Lake finalizó el pasado lunes un ciclo de tres actuaciones en el Royal Albert Hall, que reflejarán en un disco en directo. Es un hombre de exquisita amabilidad y habla un castellano casi perfecto. Carl Palmer (20 de marzo de 1950, Birmingham), vive tanto tiempo en Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife) como en Londres, y se ha acostumbrado al carácter y al ritmo de vida españoles."En 1972, cuando Emerson, Lake & Palmer estaba en pleno éxito, jamás había estado de vacaciones", dice Palmer. "Quería sol y me encontré con Tenerife. Tuve que buscarlo en el mapa. Me hice una pequeña casa en el valle de la Orotava y ahora paso tres meses allí, otros tantos en Londres y el resto del año trabajando. La vida en España es más agradable y el tiempo más tranquilo".
Etiqueta millonaria
Carl Palmer se unió a los también británicos Keith Emerson (1 de noviembre de 1944) y Greg Lake (10 de noviembre de 1948) en 1970 para crear un trío que marcó la música de la década que comenzaba. Con ellos, el rock progresivo -Palmer prefiere este término a sinfónico- se convirtió en etiqueta millonaria y el virtuosismo de Keith Emerson creó un estilo que pronto se popularizó. Especialmente cuando, en 1970, el trío abrió el festival de la isla de Wight con su versión de Cuadros para una exposición, de Mussorgsky.Después llegaron los éxitos de canciones (Lucky man) y de discos (Trilogy); los macrorrecitales de 36 toneladas de equipo de sonido y luces y el apadrinamiento de grupos, como el italiano Premiata Forneria Marconi. "Fueron años interesantes", dice Carl Palmer. "Hoy, el tiempo es más duro para la música progresiva, aunque en Estados Unidos hemos vendido medio millón de ejemplares de Black moon (Luna negra), nuestro último disco, y realizado 40 recitales con todo el aforo vendido. Pero la economía está mal en todo el mundo y las radios no programan este tipo de música. Tiempos difíciles".
A pesar de las dificultades, Carl Palmer defiende el futuro de esta música que reúne elementos clásicos -"especialmente Stravinski, Prokofiev y Mussorgsky", dice el músico con el rock. "Para esta música, la tecnología actual es perfecta", dice Palmer, "porque hay más posibilidades sonoras". Y habla de los aspectos técnicos de sus recitales, aunque pronto añade: "Pero lo primero es la música y su energía, aunque ahora entre por los ojos".
Doce años después
La reunión de Emerson, Lake & Palmer se produce 12 años después de su primera separación. "Nos buscaron para componer la música de una película y nos pusimos a ensayar. Los tres hemos cambiado mucho, somos una familia más cercana. Y trabajamos durante una semana, dos, un mes... Aparecieron un montón de ideas y decidimos volver a grabar un disco para salir de la crisis de los ochenta, cuando todos los grupos tocaban con el mismo sonido sin firma. Los noventa pueden ser buenos para el cambio, porque hay grandes músicos con problemas y mucha frustración".Y Carl Palmer se despide haciendo profesión de fe de la vigencia de su música. "Para nosotros, actuar es mantener vivo el espíritu, conectar directamente con el público. No somos un grupo de computadoras, sino de personas".
Babelia
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