Los ex comunistas lituanos ganan inesperadamente sus primeras elecciones con un 45% de los votos
Las primeras elecciones parlamentarias de la nueva Lituania independiente las han ganado sin paliativo alguno los ex comunistas de Algirdas Brazauskas, con más del 45% de los votos. Los nacionalistas de derecha del Sajudis, con Vitautas Landsbergis al frente, han sido derrotados de tal manera que ni siquiera formando coalición con el resto de grupos de derechas podrían obtener una mayoría suficiente.
Landsbergis admitió su derrota al mediodía de ayer y felicitó a los vencedores, a pesar de que aún falta la segunda vuelta electoral, que se celebrará el 8 de noviembre. El líder de la independencia lituana mantuvo el aplomo, pero no ocultó que los resultados habían sido para él inesperados".A medida que avanzaba la madrugada de ayer, la ajustada victoria del Partido Laborista Democrático de Lituania (PLDL, ex comunista) vaticinada por la primera proyección poselectoral se convirtió en un triunfo arrasador que pone en evidencia que los lituanos, ante un invierno que se presenta crudísimo y lleno de restricciones, han optado por el grupo que les ofrece seguridad y, sobre todo, diálogo: tanto entre las diferentes etnias que conviven en el país como con Rusia, de cuyos suministros de combustible y materias primas depende la economía lituana casi totalmente. De esta forma, Lituania, la primera república de la antigua URSS que reclamó con firmeza su independencia, ha sido también la primera que aparta a los nacionalistas para situar en el poder a los herederos del comunismo.
Con ésta victoria, Algirdas Brazauskas ha recogido los frutos de la arriesgada jugada que hizo en 1989, cuando desafió abiertamente a Gorbachov y escindió su partido lituano del Partido Comunista de la URSS. Luego ha apoyado una y otra vez la marcha del país hacia la independencia y ha evolucionado hacia posiciones socialdemócratas.
Brazauskas fue tajante en su primera comparecencia tras la victoria: "No habrá ni un solo paso atrás en el camino de la independencia", y en su declaración oficial no olvidó situar como primera exigencia concreta "la inmediata retirada de las tropas rusas" desplegadas en el territorio de Lituania. La declaración está llena de llama das a la colaboración de todas las fuerzas en las tareas de gobierno, "dejando a un lado las ambiciones particulares", pero ante las preguntas concretas sobre con quién iba a formar coalición, el líder laborista se escudó en que aún falta una segunda vuelta electoral.
Oposición necesaria
Un par de horas antes, Landsbergis ya se había manifestado en contra de una gran coalición del Sajudis con los laboristas Tras meditar unos segundos la respuesta, el líder nacionalista había dicho: "Es posible conversar, pero personalmente creo que en una sociedad democrática la oposición es necesaria". Landsbergis también habló de la retirada de las tropas rusas y subrayó que ahora "el partido laborista es el responsable de la aplicación del acuerdo" alcanzado el mes pasado con Rusia, que prevé la salida de los soldados antes del 31 de agosto de 1993. Ese pacto corre peligro porque los oficiales ocupantes rechazan abandonar su casa en Lituania antes de tener otra en Rusia.
La complejidad del sistema electoral hace que no sea posible, tras la jornada del domingo, afirmar si los antiguos comunistas tendrán con total seguridad la mayoría absoluta del Parlamento, aunque lo más probable es que sí. Lo que ya es incontestable es que tendrán una mayoría tan holgada que será imposible un Gobierno sin ellos. Con más del 45% de los votos, según las estimaciones oficiales difundidas ayer, los laboristas obtienen 37 de los 70 escaños que se reparten por el sistema proporcional. Asimismo, contaban ya ayer con 10 escaños de los 71 que se obtienen por el sistema mayoritario, al lograr sus candidatos más de la mitad de los votos en sus res pectivas circunscripciones. A estos 47 puestos, los laboristas están en la mejor disposición de añadir en la segunda vuelta 30 escaños más en otras circunscripciones en que su candidato ha ganado, aunque no ha supe rado la barrera del 50%.
A gran distancia de los vencedores ha quedado la coalición Sajudis, con menos del 20% y sólo 17 diputados seguros: 16 en el reparto proporcional y uno en las circunscripciones. Estos escaños y los 10 logrados por sus aliados democristianos suman 27, una cifra que hace imposible alcanzar la mayoría en la segunda vuelta. Sólo otras dos fuerzas han logrado entrar en el reparto de los escaños proporcionales: los socialdemócratas (cinco) y la minoría polaca (dos), eventuales aliados de los ex comunistas en el nuevo Parlamento.
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