Felipe González advierte que si en el futuro se queda en minoría "no tirará del carro del PSOE"

El secretario general del PSOE, Felipe González, será el candidato de su partido en las próximas elecciones legislativas, según anunció ayer ante casi treinta mil personas que abarrotaban la plaza de toros de Las Ventas, de Madrid, y que acogieron su declaración con un estruendoso aplauso. "Podéis contar conmigo", afirmó, para añadir a continuación que los socialistas necesitan 10 o 15 años más para rematar el proyecto de modernización de España. Sin embargo, González puso una caución al decir que si alguna vez queda en minoría dentro del partido no podrá "tirar del carro de la mayoría".

González explicó que su conciencia no le permitiría gobernar en desacuerdo con la mayoría del partido y, además, lo haría "rematadamente mal". Como ya hiciera hace dos años en la clausura del XXXII Congreso, el presidente pidió manos libres para ejecutar la política que considera más conveniente -no para el partido, sino para todos los españoles- en la inauguración de la campaña de conmemoración de los 10 años de gobierno, celebrada ayer en Las Ventas.El líder socialista estuvo en la tribuna de oradores algo más de una hora y aprovechó este tiempo al máximo, ya que su intervención estuvo repleta de mensajes a su partido y a la sociedad. El jefe del Ejecutivo tranquilizó cuando afirmó que su Gobierno no tenía intención de cortar la política social, aunque presumió que la derecha sí lo haría. Intentó explicar que algunas medidas impopulares habían tenido su razón de ser y se han revelado beneficiosas. Su intención fue convencer con su discurso a los ciudadanos de que sigan votando al PSOE.

Pasadas tres cuartas partes de su intervención, en la que citó cuatro veces a Alfonso Guerra, anunció que quería aclarar "unas cuantas cosas". "No he hecho nunca lo que me ha dado la gana y no le pongo condiciones a mi partido. Para seguir, sólo he dicho que es bueno renovar a las personas". "No estoy cansado", insistió. A continuación anunció lo que todos esperaban: "Hoy os quiero decir que podéis contar conmigo, si es que alguno está preocupado por eso". Los miles de militantes puestos en pie aplaudían y coreaban su nombre.

Actuación en conciencia

Este apartado personal tuvo un remate imprevisto. "Siempre sabré estar en mayoría o en minoría; lo que no sabré hacer es lo contrario a lo que me dicte mi conciencia". "Podéis contar conmigo, aceptaré lo que diga la mayoría, pero, si alguna vez estoy en minoría, no me pidáis que tire del carro de la mayoría; no me pidáis que actúe contra mi conciencia, porque lo haría rematadamente mal".

Aunque hizo muchas digresiones, un mensaje subyacía en todos su discurso: la necesidad de que el PSOE permanezca en el poder 10 o 15 años más. "Esta es una carrera por etapas, y superada una hay que seguir hacia la otra. Nunca les voy a decir que hemos ganado la batalla definitivamente, en el 97 les diré que vamos hacía el reto del 2005". No enumeró González los "logros" de su Gobierno, porque "eso ya lo ha dicho Alfonso". Sólo se detuvo en algunos jalones y citó la permanencia de España en la OTAN, que "ha venido bien" a España.

El público asistente estaba dispuesto a decirle que sí a todo y a aplaudir incluso al ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, para el que González pidió justicia histórica, porque había intentado hacer unas reformas necesarias, "y la derecha no se lo permitió". Ésta alusión le sirvió de nuevo para justificar medidas duras de este Gobierno, que sólo los socialistas se "atrevieron" a adoptar, al contar con un apoyo social mayoritario.

González, como antes hiciera Guerra, no perdió ni un momento de vista uno de los objetivos de esta campaña: la movilización para explicar las acciones realizadas, los planes de futuro y la preparación de las próximas elecciones. González pidió que "no se hablara tanto en las casas del pueblo y se saliera más a la calle". Ésta fue la única referencia al conflicto interno en el PSOE.

El presidente del Gobierno criticó con dureza a los medios de comunicación. "Lo que no expliquemos nosotros no lo va a explicar nadie", dijo. Auguró a los suyos que los análisis que se van a realizar estos días del decenio de gobierno constituirán "un monumento al disparate", porque de las luces y sombras sólo se destacarán las últimas. "En los medios de comunicación hay, como en todas partes, gente honesta y basura", dijo.

González se mostró esperanzado en las posibilidades de salir de la crisis económica, aunque advirtió que "habrá otras en distintos momentos", tanto en España como en Europa. Quiso tranquilizar y aseguró que el Gobierno no va a recortar el gasto en "los programas sociales, porque no hace falta, pero, si hiciera falta, lo diría desde esta tribuna", dijo.

Terminó con una proclama preelectoral, que en su día utilizó el fallecido líder socialdemócrata alemán, Willy Brandt. "No nos vencerán las dificultades sino la resignación, y, como no estamos dispuestos a resignarnos, ganaremos, por encima de las dificultades".

Ésta última parte es del propio González, quien aprovechó tan numeroso público para pedir que hicieran un esfuerzo y alojaran en sus casas "para el invierno o para el tiempo que sea" a los niños que sufren la guerra en la antigua Yugoslavia, con el recordatorio de que España también tuvo en el pasado sus "niños de la guerra".