Los socialistas van a retrasar la ley de arrendamientos por su efecto electoral

La dirección del PSOE alberga serias dudas sobre la "oportunidad política" de aprobar antes de las próximas elecciones una ley de arrendamientos urbanos por el temor de que los sectores desfavorablemente afectados, entre los que se piensa que hay un porcentaje importante de votantes socialistas, den la espalda a ese partido. Así se puso de manifiesto anteayer en una reunión celebrada en la sede federal del PSOE entre el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, y miembros de la ejecutiva. Las "reflexiones" de la ejecutiva continuarán en una próxima semana con el pleno del máximo órgano de dirección del PSOE. Algunos miembros de la ejecutiva señalaron que quizá no salga la ley completa, pero sí "algún tipo de regulación".

Asistentes a la reunión señalaron que al ser un acto de carácter informativo, sin necesidad de tomar decisiones, se produjo un amplio debate sobre los pros y los contras de la ley. Todos los ejecutivos resaltaron que el borrador existente "es muy bueno técnicamente" y reconocen el trabajo hecho tanto por el ministro como por la responsable de la Vivienda, Cristina Narbona.

El PSOE y el Gobierno posponen permanentemente la aprobación de la ley, a pesar de ser uno de sus compromisos electorales. Con todo, el pasado miércoles, el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, citó este proyecto como uno de los que "se están avanzando y siguen adelante". Solchaga afirmó que la ley de arrendamientos urbanos está pasando los últimos trámites dentro del Consejo de Ministros y podrá avanzarse". Pero el avance será por ahora más lento.

Los aspectos fundamentales de la citada ley son el incremento de la duración mínima del contrato de alquiler de uno a cuatro años y la actualización de las rentas antiguas o congeladas por el recorte de vigencia de las subrogaciones.