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LA BATALLA POR LA CASA BLANCA

Hot Springs, la ciudad que formó a Clinton

Visita a la localidad de Arkansas donde el candidato demócrata se inició en la política

Antonio Caño

La ciudad de Hot Springs, una apacible villa de vacaciones al sur del Estado de Arkansas, había entrado ya modestamente en la historia de EE UU como el lugar con mejores baños curativos de todo el país. Pero desde que Bill Clinton es el candidato demócrata a la Casa Blanca se ha convertido en un punto obligado de referencia para conocer los antecedentes y la personalidad del hombre que puede llegar a ser el próximo presidente.

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Cuando Bill Clinton llegó a Hot Springs tenía siete años de edad y le llamaban Billy. Por aquella época, a mediados de los años cincuenta, al turismo tradicional que buscaba cura para el reumatismo y la polio se unían apostadores de todo el país atraídos por el boom del juego ilegal que había crecido incomprensiblemente en aquel remoto lugar. Se levantaron magníficos hoteles, como el Arlington, todavía en funcionamiento, en cuyas suites se alojaron los más famosos mafiosos de Chicago y Nueva York, incluido Al Capone.La madre de Clinton y su único hijo se trasladaron a Hot Springs desde la ciudad de Hope, donde éste había nacido, siguiendo al segundo esposo de Virginia Clinton, que trabajaba aquí como vendedor de la marca de coches Buick. El ambiente en aquel momento en la ciudad no era el más propicio para formar adecuadamente a un niño, máxime cuando la madre, que trabajaba como enfermera anestesista, estaba obligada a pasar muchas noches fuera de casa y el padrastro había caído ya en el alcoholismo. Virginia Clinton buscó, pues, la escuela más estricta de la ciudad y, aunque la familia era baptista del sur, envió al chico a un colegio católico.Casinos y apuestas

Hasta que el juego fue perseguido y desterrado en 1964, los padres frecuentaban los casinos y las ventanillas de apuestas en las carreras de caballos, que aún siguen, pero el joven Billy, tal vez como reacción a ese ambiente, empleaba la mayor parte de su tiempo en actividades educativas, y, destacó como un gran alumno cuando cursó la enseñanza media en un instituto público. "Tenía unas dotes especiales. No era el clásico estudiante que se pasa las horas entre libros, sino el muchacho curioso que pregunta por todo y se interesa por todo", recuerda hoy su profesora de inglés, Lowne Luebbens. En todo el bachillerato sólo tuvo una mala nota: en conducta.

Bill Clinton ganó en Hot Springs las primeras elecciones de su vida: las de delegado por Arkansas para un programa juvenil, llamado Boys Nation, que escogía a un grupo de muchachos de todo el país para visitar las principales instituciones de la nación, en Washington. Fue gracias a ese viaje por lo que tuvo la oportunidad de saludar a John Kennedy en la Casa Blanca cuatro meses antes de su asesinato.

Todos los viejos amigos de Bill de aquella época, como Bob Hangraves, lo recuerdan como a un chico más disciplinado y con mayor sentido de la responsabilidad que lo normal en su edad. Ello podía ser, en parte, por las experiencias que le había tocado vivir en su casa, donde un día tuvo que cruzarse ante su padrastro para impedir que éste volviera a pegarle a su madre.

Cambio de apellido

En Hot Springs se formó el carácter de Clinton. Fue allí donde, a los 15 años, decidió cambiar el apellido de su padre, Blythe, muerto en un accidente de tráfico antes de su nacimiento, por el de su padrastro, como prueba de respeto a su madre. Los primeros sueños del hoy aspirante a la presidencia nacieron en aquellos paseos, con la biblia bajo el brazo, por la Park Avenue, entre su casa y la principal iglesia baptista de la ciudad. No era lo que se puede decir un beato, pero siempre sintió un impulso religioso que lo llevaba a participar en múltiples actividades caritativas y ciudadanas. Hoy día, el mismo Clinton menciona frecuentemente la fe en Dios como uno de sus principales estímulos.

Aquella casa en la que vivió hasta 1961, una agradable pero modesta vivienda de clase media rural, se conserva todavía en buen estado, aunque la familia Clinton la vendió.

La madre de Clinton, que después tomó el nombre de su tercer matrimonio y pasó a llamarse Virginia Kelley, sigue viviendo en Hot Springs, en una de las casas de recreo situadas a orillas de los enormes lagos que le dan vida a esta ciudad de algo más de 20.000 habitantes.

Clinton salió de Hot Springs en 1964 para seguir sus estudios en la Universidad de Georgetown, en Washington, y desde entonces sólo ha regresado para pasar pequeñas temporadas junto a su madre y sus amigos, o en visita oficial desde que fue por primera vez gobernador de Arkansas, en 1978.

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