Serra se pone al frente de los renovadores y advierte que el PSOE no es de unos pocos

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, aseguró ayer que una mayoría del PSOE está por una renovación de la vida política española y del propio partido, como reafirmación de sus tesis expuestas unas horas antes en la cena de clausura de la Jornada sobre política, medios de comunicación y sociedad, organizada por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). La concreción de medidas expuestas por Serra es, a juicio de cualificados miembros socialistas, el más claro alegato que se ha hecho a favor de la renovación de la política y del propio PSOE.

Serra destacó, en su intervención, su preocupación por el deterioro de la "imagen política en la sociedad española de hoy" y apuntó los síntomas que se manifiestan a su juicio: alejamiento creciente de los ciudadanos del funcionamiento del sistema político, desconfianza con respecto a la honestidad de los dirigentes políticos y los partidos, y falta de credibilidad de los discursos políticos.El vicepresidente admitió que "estos tres fenómenos, muy relacionados entre sí, no responden a la creación artificial por parte de los medios de comunicación de un clima adverso a los políticos". De este modo rompía la tradicional actitud de las cúpulas partidistas, sobre todo del PSOE, de culpar a la prensa de muchos de los malos acontecimientos -particularmente, las denuncias de corrupción- y endosaba la crítica a instituciones y partidos.

Serra fue más lejos, al señalar que "el origen del problema está, obviamente, en un deficiente funcionamiento del sistema político y en actitudes absolutamente rechazables de un número muy reducido de personas que actúan en el ámbito político y en su entorno".

Propuso cinco líneas de actuación contra el deterioro político: mejorar y hacer más transparente el sistema de financiación de los partidos, introducir mecanismos de transparencia en el funcionamiento de las instituciones, perseguir activamente las prácticas irregulares y corruptas, transparencia en el funcionamiento de los partidos, y renovación del lenguaje y los discursos políticos.

El discurso de Serra, cargada de autocrítica hacia el funcionamiento de las instituciones y del PSOE, sorprendió a los asistentes, entre los que se encontraban algunos socialistas significativos renovadores: el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina; el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, y el ex ministro Joaquín Almunia.

Serra, aunque tenía preparado el discurso desde hace tiempo, tuvo dudas y decidió pronunciarlo en aquel escenario sólo dos horas antes. De hecho, con motivo de la clausura de la Expo sevillana, abordó el tema con el ministro de Exteriores, Javier Solana; el de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves.