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Major apacigua la rebelión 'tory' al aplazar el cierre de las minas

Enric González

El Gobierno británico ha conseguido apaciguar, en principio, la rebelión de sus parlamentario: El aplazamiento del cierre de la minas de carbón es considerado suficiente por casi todos lo diputados tories, lo que hace prever una ajustada victoria gubernamental en la votación de hoy. La humillante retirada del plan inicial, que preveía un cierre inmediato, ha revelado sin embargo hasta qué punto John Major el primer ministro, está en mano de un puñado de parlamentariosMajor dio ayer nuevas pruebas de su condición de rehén político de los tories más derechistas al confirmar como comisarios británicos en la Comisión Europea a Leon Brittan y Bruce Millan. Después de su victoria electoral en abril, el primer ministro había prometido al antiguo líder laborista Neil Kinnock que le respaldaría para sustituir al también laborista Millan en Bruselas. Pero el sector thatcherista de su partido, que considera a Kinnock "demasiado político", le ha obligado a romper el compromiso.

Los parlamentarios conservadores han constatado su poder y al mismo tiempo, la propensión de Major a rectificar y alcanza compromisos antes que plantear batallas abiertas. La victoria de los diputados rebeldes en la crisis del carbón crea un importante precedente ante el anunciado maratón parlamentario para la ratificación del Tratado de Maastricht. Los euroescéptico saben que en ese largo debate, no será tan fácil quebrar la voluntad del Gobierno, porque la oposición no votará en bloque, pero han percibido con claridad que Major es sensible a las amenaza de indisciplina parlamentaria.

John Major compareció ayer ante la Cámara de los Comunes para añadir nuevos detalles sobre la moratoria aplicada al cierre de las minas, y para informar sobre la cumbre comunitaria de Birmingham. Major afirmó que la ayuda humanitaria para Bosnia había sido el resultado más importante de la cumbre, y anunció que el Reino Unido ampliaría en 15 millones de libras (unos 2.600 millones de pesetas) su ayuda bilateral a las víctimas del conflicto.

Manifestación sindical

Mientras tanto, los sindicatos se preparan para manifestarse hoy ante el Parlamento de Westminster, coincidiendo con la votación sobre las minas de carbón. Los dirigentes sindicales temen que elementos extremistas se unan a la protesta y se produzcan actos de violencia.

El sindicato radical Unión Nacional de Mineros (UNM), dirigido por Arthur Scargill, capitaliza la campaña contra el cierre de las minas debido a las disensiones dentro del moderado Unión Democrática de Mineros (UDM). El presidente de este segundo sindicato, Roy Lynk, presentó ayer su dimisión, que justificó por Ia traición del Gobierno y una enorme vergüenza personal". Lynk y su gente rompieron la huelga de 1984-1985 y se escindieron de la UNM paria crear la UDM.

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