Vigilantes de una discoteca de Huesca, detenidos por apalear a un inmigrante marroquí
Cuatro vigilantes de la discoteca Florida 135, en Fraga (Huesca), fueron sorprendidos por la Guardia Civil en la madrugada del domingo cuando estaban golpeando a un inmigrante magrebí, al que habían esposado con un grillete a una valla. Los porteros, que no trabajan para ninguna empresa de vigilantes jurados, replican que fue el magrebí quien inició el incidente.La juez de Fraga, María Luisa Casares, tomó ayer declaración a los cuatro presuntos atacantes y hoy está previsto que dé su versión el marroquí agredido, Abderrahim Naora, quien lleva varios años residiendo de forma legal en la citada localidad oscense y se encuentra plenamente integrado en la comunidad.
Fuentes del Gobierno Civil de Huesca informaron ayer a este periódico que el pasado domingo, una pareja de la Guardia Civil que patrullaba por la calle a las 5.30 observó cerca de la discoteca Florida 135 cómo cuatro individuos golpeaban a otro. Los dos guardias comprobaron que el norteafricano estaba esposado a una verja, mientras que los cuatro vigilantes de la discoteca, le golpeaban con porras de goma.
Los vigilantes aseguran que fue el inmigrante quien originó el incidente al molestar a unos clientes en el local, por lo que le llamaron la atención, sin que Naora les hiciese caso. Los porteros añaden que se entabló entonces una disputa, hubo intercambios de golpes y procedieron a echar al marroquí del local.
En esta misma discoteca se registró otro incidente hace un mes cuando los vigilantes impidieron la entrada al local de un matrimonio magrebí que había acudido al establecimiento para presenciar una actuación musical.
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