Berlín despide con flores a su ex alcalde Willy Brandt
Más de 10.000 berlineses desfilaron ayer con flores en la mano por el Ayuntamiento de Schöneberg, la antigua alcaldía de Berlín Occidental, para rendir homenaje al fallecido líder socialdemócrata Willy Brandt, que dirigió los destinos de aquel enclave occidental dentro del bloque soviético -estaba situado dentro de la RDA- durante los años más duros de la guerra fría, especialmente en el tiempo en el que se construyó el muro que dividió la ciudad.
Ya no existen restos del muro, la alcaldía de Berlín ha sido trasladada al rojo edificio del centro histórico, donde siempre estuvo hasta 1945, y por no haber no hay ni Unión Soviética. Pero los berlineses no olvidaron ayer al hombre que más les ayudó a superar el castigo que la historia lanzó sobre ellos. Miles y miles de habitantes de la capital alemana, llevando rosas o claveles, con caras tristes, formaron en respetuoso silencio largas colas en la calle esperando su turno para entrar en el Ayuntamiento de Schöneberg y dar una última mirada a los restos del político desaparecido. Muchos salían con lágrimas en los ojos.Una gran parte procedía de la antigua zona oriental de la ciudad, donde su popularidad era incluso mayor que en el Oeste. No es de extrañar, ya que Willy Brandt fue el hombre que más hizo por ellos. Su política de acercamiento al Este, la llamada Ostpolitik, resultado de su frustración ante la inoperancia de los aliados occidentales ante la construcción del muro, consiguió suavizar las relaciones con las autoridades de la parte oriental permitiendo que el régimen de visitas y otros intercambios mejoraran sustancíalmente.
Personalidades extranjeras
El primero en desfilar ante los restos de Brandt, que falleció a los 78 años el pasado día 8, fue el actual alcalde de Berlín, el democristiano Eberhard Diepgen, seguido por una representación del Partido Socialdemócrata (SPD), su partido, encabezada por su actual presidente, Björn Engholm. Hoy se espera la llegada de más de 1.500 personalidades de todo el mundo para asistir al funeral que tendrá lugar en el edificio del Reichstag. Entre otros acudirán el jefe del Estado francés, François Mitterrand; el príncipe Carlos de Inglaterra; el presidente del Gobierno español Felipe González, quien llegó anoche a Berlín procedente de la cumbre europea celebrada en Birmingham; y el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, autorizado finalmente a viajar, en parte por las presiones del Gobierno de Bonn.La ceremonia oficial incluirá los discursos del presidente federal, Richard von Weizsäcker; del canciller Helmut Kohl; del presidente del SPID, Björn Engholm; de la presidenta del Bundestag, Rita Süssmuth; del alcalde de Berlín, Eberhard Diepgen; y de Felipe González como representante de la Internacional Socialista, que Brandt presidió durante 16 años. Claudio Abbado, dirigirá la Filarmónica de Berlín que interpretará varios movimientos de la Sinfonía Inacabada, de Franz Schubert. Terminado el acto, los restos mortales de una de las figuras políticas más importantes del siglo serán enterrados en el cementerio de Zehlendorf, junto a los de otro alcalde de Berlín, el también socialdemócrata Ernst Reuter.
Como anécdota, muy típica de lo que fue la vida del político socialdemócrata, hay que destacar la polémica sobre la ausencia en los funerales oficiales de Ruth Brandt, la que fue su esposa durante 33 años y madre de tres. de sus hijos. Brandt se divorció de ella en 1980 para casarse con su secretaria Brigitte Seebacher, 35 años más joven que él.
La prensa sensacionalista no ha dudado en acusar a Seebacher de haber vetado personalmente la presencia de Ruth. El SPD, sin embargo, sí que ha invitado a esta noruega de 69 años al acto que tendrá lugar esta noche.
Tras los funerales de Estado, sus restos serán enterrados, en una ceremonia privada, en el cementerio de Zehlendorf, donde reposan otros alcaldes berlineses.
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