"España ha de salir del SME y dejar flotar la peseta", según Friedman

Milton Friedman cree que mantener la peseta en el mecanismo de cambios tras el miércoles negro del 16 del septiembre pasado "ha sido un gran error" y recomienda a las autoridades "salir del SME, como el Reino Unido e Italia, y dejar que el tipo de cambio de la peseta flote libremente". Friedman sostiene: "Maastricht ha muerto. Aunque el SME sea reconstruido en las próximas semanas o meses, volverá a sufrir un posterior colapso". El profesor de la Hoover Institution de la Universidad de Standford y emérito de Chicago, vaticinó con gran anticipación la crisis del SME en su último libro (Money mischief, o El mal monetario), "Mi predicción no se ha cumplido del todo aún, pero estoy seguro de que pronto se hará realidad: el SME no sobrevivirá", dijo a EL PAÍS.

En El mal monetario, publicado a principios de 1992, Friedman explica que "el SME ha trabajado razonablemente porque Alemania ha estado dispuesta a jugar el papel de Estados Unidos en Bretton Woods, al seguir una política moderadamente antiinflacionista y tolerar movimientos de capital y controles de cambio impuestos por otros países miembros. Sospecho que también el SME se romperá si Alemania decide en algún momento no seguir esa política, cosa que bien puede ocurrir como resultado de la unificación entre Alemania del Este y del Oeste". El padre del monetarismo estima ahora que tras la salida de la libra esterlina y la lira italiana del SME, España debería aprovechar la ocasión. Cuando se le señala que el Gobierno de Felipe González basa toda la credibilidad de su política antiinflacionista en la permanencia de la peseta en el SME, Friedman se ríe: "Eso es una tontería. No tiene nada que ver: hay muchos países que han reducido su alta inflación sin adherirse a mecanismos como el SME".

Apoyos externos

A juicio del premio Nobel, "España es un gran país, muy diferente a Francia, Alemania o. Italia. Es una nación políticamente independiente y sus necesidades deben ser satisfechas sin depender de alguna ayuda exterior. Los apoyos exteriores afectan seriamente a los países que los reciben, según ocurre ahora en Alemania del Este, que ha sido virtualmente destruida. España tiene que contar con sus propios recursos y para ello necesita una política económica independiente".

Friedman insiste en que Maastricht está muerto. "Me parece un espejismo creer que un sistema de bancos centrales nacionales vinculados por tipos de cambio pegados y administrados pueda ser un paso en el camino hacia una verdadera moneda única".