Julio Segura y el independentismo

En una reciente entrevista publicada en EL PAÍS (8 de septiembre), Julio Segura expone algunas consideraciones sobre el independentismo catalán que a mí y, supongo, a otros lectores catalanes nos ha sorprendido notablemente. Segura es, sin duda, uno de los intelectuales más sólidos de la España democrática, además de un economista y académico de amplísimo prestigio, al que muchos del mismo o parecido oficio admiramos.Dice Segura en dicha entrevista que le parece más peligroso el 10% que obtuvo en Cataluña Ángel Colom que el 17% que consiguió en el País Vasco Herri Batasuna. Justifica su opinión en los más amplios lazos internacionales que mantiene Cataluña y en que Cataluña es más rica económica y culturalmente. También parece fiarse más del carácter "no independentista" del PNV de Arzalluz que de la CDC de Pujol. En definitiva, para Segura el independentismo catalán es más peligroso porque está en mejores condiciones de obtener sus fines.

Los primero que a uno se le ocurre preguntarse es para quién o para qué piensa Seguraque resulta más peligroso el independentismo catalán. No será, desde luego, para las fuerzas de orden público. Quizá se refiera a la organización ' actual del Estado, pero en este sentido merece la pena recordar que ningún sistema de organización social es ni inmanente ni eterno. Tales sistemas se crean y desaparecen en función, entre otras cosas, de su utilidad para proporcionar bienestar y progreso .a sus componentes, y es completamente legítimo y aun convenlente que los ciudadanos y los grupos sociales nos preguntemos constantemente sobre la utilidad del sistema bajo el que nos ha tocado vivir y las alternativas que puedan resultar mejores.

En segundo lugar, Segura olvida por completo el papel que han jugado Colom y su grupo en demostrar que la independencia de Cataluña puede defenderse sin violencia por las vías legalmente establecidas.Muchos catalanes que no estamos de acuerdo con los planteamientos de fondo de Colom valoramos enormemente que haya establecido un marco en el cual las personas que defienden la independencia se sientan representadas y puedan ejercer sobre las instancias políticas la influencia que corresponda a sus votos.

Me parece insólito y muy inquietante que un demócrata de largo historial como Segura piense que es más peligroso un partido que defiende sus opciones por los canales democráticamente establecidos que otro que apoya medios violentos, por el simple hecho de que el primero tenga más posibilidades de convencer a los ciudadanos de la bondad de unas propuestas que le desagradan. Yo prefiero que los catalanes nos definamos sobre el sistema político que queremos en las urnas y con todas las opciones compitiendo lealmente, y no atemorizados por las amenazas de los que utilizan las metralletas.