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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los ilegales

Cuando leo y oigo llamar ilegales a personas que para buscar trabajo que les permita sobrevivir se juegan la vida, me revuelco de estupefacción. Me refiero a esos desgraciados que llenan las pateras y los bolsillos de quienes desde un lado y otro del estrecho de Gibraltar se dedican al transporte de personas mediante el pago de cantidades de dinero astronómicas, sin responder de sus vidas ni de si llegan o no a un destino que no existe.Hoy día, los medios de comunicación hacen que el mundo sea transparente, y en este caso es normal que esos dos tercios de la humanidad que vive, mejor dicho, muere en la miseria, traten de asomarse a este paraíso terrenal que le mostramos, a ver si a cambio de su trabajo les damos algo de lo que nos sobra, cosa muy lógica si tenemos en cuenta que nuestro problema es de superproducción y saturación de mercados.

Mientras tanto, los pueblos de lo que llamamos Tercer Mundo se ven aplastados entre dos legalidades: la de morirse de miseria y de hambre en sus respectivos países -cosa que es completamente legal- o estrellarse contra el muro de contención cimentado sobre la legalidad de las leyes proteccionistas de un sistema para el que en su escala de valores no figura la solidaridad, que es la médula del humanismo. Mientras tanto, sus filántropos lanzan continuas llamadas al respeto de los derechos del hombre-

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