Camino: "Hemos recibido la lección de un genial maestro"
Rafi Camino y David Luguillano, compañeros de terna ayer de Curro Rornero, que se quejaban del poco juego de sus respectivos lotes, coincidieron en sus alabanzas a Curro. "Hoy hemos recibido una magnífica lección de un genial maestro. Pero no sólo los toreros, igualmente el público, pues seguro que tampoco se lo esperaba", señaló Camino.El madrileño, que actuó mermado por una salmonelosis que arrastraba desde el jueves por algún alimento en malas condiciones que ingirió, añadía que se alegraba mucho de haber sido testigo de primera fila de esta tarde histórica. "Nunca se me olvidará lo que ha hecho a sus 60 años, casi 50 de los cuales lleva en la fiesta", concluía.
Después se mostraba más reacio a hablar de su propia actuación, al comentar que en vez de torero hubo de hacer de enfermero: "Es que no ha sido una actuación taurina", se defendía, "porque a un diestro se le juzga cuando se enfrenta a toros que embisten, lo que conmigo no ocurrió. Mi primero no se tenía en pie y el otro era tan aparatoso como manso y también flojo".
Los piropos de Luguillano eran similares a los de Camino, aunque agregaba un nuevo matiz: "Curro, además de un maestro con el que he disfrutado muchísimo hoy, es un gran compañero, que me deseó suerte cuando salí a por mis dos toros y me animó ante los problemas de mi complicadísimo segundo toro".
Al de Valladolid no le importaba reconocer que le encantaría poder llegar a torear algún día con la pureza, el clasicismo y el sentimiento de Curro: "Me consta que va a ser muy difícil conseguirlo, pero debo luchar por ello, pues no existe mejor espejo".
Estaba contento de su tarde, porque creía que en su otro enemigo había demostrado que no sólo es un torero con arte, sino también valiente: "Ha sido la tarde de las sorpresas para los espectadores, primero por el toreo del de Camas, y segundo porque tal vez no esperasen esta faceta mía de valor, que yo noté desde eI ruedo que caló en el público".
Cambio en el festival de Robles
El festival homenaje a Julio Robles del día 24 en Madrid (ver EL PAÍS de ayer), que fue presentado de manera oficial en la sala polivalente de Las Ventas al término de la corrida, ha sufrido una ligera variación en su cartel. No vendrá el novillo anunciado de José Luis Osborne, quien, según fuentes de la organización, pretendía cobrarlo, mientras que el resto de los ganaderos regalan el suyo. En su lugar se lidiará uno de Joaquín Núñez del Cuvillo, que matará Espartaco.
Por otra parte, mañana domingo se celebra en la placita de la Venta del Batán, a las 12 de la mañana, la novillada final de la escuela taurina de Madrid, en la que participan tres de sus alumnos más aventajados: José Antonio Alcoba Macareno, José Uceda y Luis Miguel Encabo. Lidiarán novillos de Mariano Cifuentes.
Babelia
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