Galeristas y artistas catalanes piden a Pujol y Maragall que el Museo de Arte de Barcelona arranque en los años ochenta

Un colectivo de galeristas y artistas de Barcelona ha decidido participar activamente en la polémica sobre el contenido del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACB). El grupo defiende en una carta que las colecciones se inicien en los años ochenta como propugna el museólogo francés Jean-Louis Froment, frente a la propuesta más historicista que defiende la Junta de Museos y que arranca de la década de los cuarenta. La misiva será entregada probablemente hoy a los principales responsables del consorcio que rige el museo: el presidente de la GeneralItat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, y el presidente del patronato de la Fundación MACB, el empresario Leopoldo Rodés.La carta, redactada en un tono moderado y diplomático, ha sido suscrita, entre otros, por los galeristas Carles Poy, Carles Taché, Antoni Estrany, Mercedes Vilá, Àngels de la Mota, Benet Costa, Salvador Riera y Margaret Metrás, así como por artistas como Miquel Barceló, Sergi Aguilar, Xavier Grau y Peter Hone. La lista completa de los firmantes se hará pública cuando los destinatarios de la misiva hayan acusado su recibo.

El escrito muestra en primer lugar la "inquietud" de los firmantes por "las divergencias aparecidas" en el seno del consorcio en los últimos meses, que se centran en la década en que debe arrancar la colección del museo. Los firmantes expresan la esperanza que para ellos supuso la creación del centro y el anteproyecto presentado en 1991 por el museólogo Jean-Louis Froment. La propuesta de Froment -que plantea iniciar la colección del centro con el arte nacional e internacional de los años ochenta con una pequeña sección retrospectiva- podía dotar a Barcelona, en opinión de los firmantes, de un museo "activo y abierto. Una propuesta específica concebida para dar apoyo al arte contemporáneo".

La carta de los galeristas y artistas continúa: "Nos sorprende y preocupa, entonces, que durante los últimos meses las instituciones públicas hayan entrado en conflicto, basado en valoraciones artísticas y políticas diversas que afectan de manera directa al proyecto inicial y junto a esta problemática la poca o nula transparencia informativa". Las divergencias entre las instituciones empezaron a plantearse un año después de la presentación del anteproyecto de Froment y se centraron básicamente en el inicio de las colecciones del museo.

El pasado mes de mayo, la Junta de Museos -máximo órgano rector de la política museística de Cataluña- dictaminó que las colecciones del centro debían iniciarse en los años cuarenta. Días más tarde, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Oriol Bohigas, se mostró partidario de que el MACB comenzara en los años sesenta. Finalmente, en julio, Generalitat y Ayuntamiento anunciaron un acuerdo según el cual el museo comenzaría en la posguerra, si bien este pacto no contaba con el beneplácito de la entidad privada que, junto con las dos instituciones nombradas, integra el consorcio del museo.

El presidente de la Fundación MACB, Leopoldo Rodés, se mostró sorprendido por este pacto e incluso apuntó divergencias entre distintos responsables municipales sobre este tema.