España goza de mayor libertad de expresión que Alemania o Francia, según Juan Luis Cebrián
Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo PRISA, que edita EL PAÍS, dijo ayer en Madrid, ante más de 300 editores y directores de prensa americanos que asistenal congreso de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que en España existe un nivel de libertad de prensa superior al de Francia, Alemania y otros países democráticos, pero manifestó su preocupación por"un fenómeno especial de atentado a la libertad de expresión: la corrupción de determinados periodistas que anida a veces en medios de gran tradición y prestigio y que nadie se atreve a denunciar".
Cebrián intervino ayer, como también lo hicieron el editor del Grupo 16, Juan Tomás de Salas, y el ex primer ministro de Portugal y propietario de O Jornal, Francisco Pinto Balsemao, en la sesión de la mañana de la Asamblea de la SIP, que será clausurada hoy por el presidente del Gobierno, Felipe González.Los miembros de esta organización, que representa a 1.200 publicaciones de 34 países americanos, harán públicas hoy unas conclusiones y recomendaciones a los Gobiernos sobre los ataques a la libertad de expresión, que se están produciendo, sobre todo, en los países del continente americano (incluido Estados Unidos). Probablemente incluirán también una resolución sobre las nuevas normas sobre la libertad de expresión contempladas en el proyecto del nuevo Código Penal español.
La primera referencia a la libertad de expresión llegó con las palabras de Juan Tomás de Salas, quien dijo que la libertad de prensa en España "está sanísima, aunque se ciernen algunos peligros en determinados proyectos legislativos". "Pero lo peor", añadió, "es que hay periodistas que insultan, y esto provoca irritación en la sociedad". El editor del Grupo 16 y director de Cambio 16 se refirió también a las últimas transformaciones acaecidas en los medios de comunicación, que "seguro que no han gustado al Gobierno", dijo.
Juan Luis Cebrián, tras exponer los orígenes del periódico EL PMS -"enlazado con la tradición del humanismo orteguiano"- en el contexto de la transición política y después de referirse a la posición nacional e internacional que tiene ahora el Grupo PRISA, "que ha sido hecho y dirigido por periodistas y sobre los beneficios del periodismo", señaló que, a pesar de las tensiones con el poder político y las amenazas de determinados proyectos legislativos, es ridículo decir que en España no hay libertad de expresión o que está más amenazada que en Estados Unidos o que en otros países democráticos.
El consejero delegado de PRISA se centró después en lo que describió como un fenómeno particular de la prensa española, la corrupción de determinados periodistas "que se creían el ombligo del mundo en la transición y que se resisten ahora a perder este protagonismo". "Hay algunos periodistas que se han constituido en una red sindicada que utiliza los medios para el enriquecimiento ilimitado de los propios periodistas, independientemente de las empresas", dijo.
El tema no es baladí para Cebrián, "porque tenemos que denunciar día a día la corrupción de los otros y no somos capaces de denunciar la corrupción de los propios periodistas". Cebrián expresó, no obstante, su satisfacción "porque haya todavía alguna prensa que lo denuncia", y citó textualmente una información que publica el último número de la revista El Siglo, en la que se califica a estos grupos de profesionales de "sindicato del crimen que ejercían como auténticos dictadores en los medios en los que trabajan".
Chantajes
"Comerciaban y comercian", continuó con la cita, "con sus informaciones; buscan publicidad para sí mismos; chantajean a diferentes personalidades descaradamente y las amenazan con publicar cosas contra ellos si no se pliegan a sus deseos; chantajean a sus editores, amenazan con sublevarles a sus redacciones; utilizan las secciones de huecograbado de los periódicos y las fotos para cumplir parte de estas amenazas o premiar a aquellos personajes que se portan bien con ellos; difaman, mienten, inventan noticias, situaciones, lo que haga falta. Y eso lo practican unos cuantos de nuestros compañeros que se pasan el día hablando de la libertad de expresión".
Francisco Pinto Balsemao destacó "la necesidad de inventar un nuevo modelo cultural y social para hacer frente a la nueva revolución, cuya materia prima es la información". Esta nueva era se distingue, en opinión de Pinto Balsemao, por la explosión cuantitativa y cualitativa de la información, por la aparición de nuevos agentes informativos diferentes a los periodistas, por la universalización y globalización de las noticias, por su especialización e instantaneidad.
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