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Un proyecto de tren a Barajas fue manipulado, según una empresa excluida por la Comunidad

Juan Carlos Sanz

El ingeniero y empresario Julio Pinto, director de la empresa Eurotrén Monoviga, cree que le han engañado. Su monocarril elevado participó en el concurso de adjudicación para construir un enlace ferroviario entre el aeropuerto de Barajas y el centro de Madrid, pero el Consorcio Regional de Transportes le suspendió en el primer examen, sin dejarle pasar a la segunda fase de selección. Alegaron que su prototipo estaba aún verde por falta de experimentación comercial. Pinto denunció ante los tribunales, entre otras anomalías, que sus planos fueron maniopulados. El abogado de la Comunidad asegura que no hubo alteración del proyecto, aunque admite que se suprimió un vagón de un plano para poder explicar mejor la oferta de Eurotrén.

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Voces discordantes

El concurso para construir un enlace ferroviario entre el centro de la ciudad y el aeropuerto de Barajas duerme desde hace 20 meses en los cajones del Consorcio Regional de Transportes. Las dudas planteadas sobre el proyecto de ampliación de las pistas y terminales -que ahora comienzan a disiparse- han sido la causa del retraso.Julio Pinto, director de la empresa Eurotrén Monoviga, pleitea desde entonces contra la Comunidad, porque considera que su monocarril elevado fue excluido con artimañas en la primera criba de selección. Pinto denuncia que los técnicos del consorcio manipularon un plano de su proyecto, del que desapareció misteriosamente un vagón y se alteraron algunas anotaciones. "Con las modificaciones introducidas", asegura, "el monocarril no hubiese podido funcionar correctamente".

Julián Revenga preside hoy el consorcio, en su condición de consejero de Transportes de la Comunidad. Cuando se decidió la primera fase del concurso, en la que dos de las seis empresas que presentaron ofertas fueron excluidas, era el gerente del consorcio. Revenga afirma que la compañía de Pinto fue eliminada, entre otras razones, porque concurrió con un medio de transporte no experimentado y sin explotación comercial en otra ciudad.

Con los documentos supuestamente manipulados a la vista, Revenga argumenta: "Esos planos no han podido influir para nada en el concurso; simplemente no existen". "En la primera fase del concurso", explica, "no fueron tenidos en cuenta, porque sólo se analizaron las condiciones administrativas y técnicas de los proyectos. Los planos se dejaron para la segunda fase". A pesar de que el consorcio anunció que la segunda y definitiva selección se iba a convocar en 1991, el concurso sigue paralizado.

"Contradicciones"

Sin embargo, un abogado de la Comunidad admite que los planos fueron modificados, aunque sólo para aclarar las "contradicciones" que, en opinión de los técnicos del consorcio, reflejaba la oferta de Eurotrén Monoviga. En la contestación a la demanda presentada por Pinto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el letrado de los servicios jurídicos regionales Pascual Anega razona así para argumentar que no hubo manipulación: "Dicho plano [en el que aparecen siete módulos o vagones en vez de ocho] fue elaborado así por las ambigüedades presentadas en la oferta". El abogado agrega: "Dadas las contradicciones del número de módulos del tren, y al no existir en la oferta un plano que representase el tren realmente propuesto ( ... ), se redujo la composición de ocho a siete módulos, que era la ofertada, y se mantuvo el cajetín del plano [recuadro de identificación] para referenciar su original".La batalla jurídica que ha entablado Julio Pinto le ha permitido hacerse con el expediente del concurso., Expurgando entre centenares de papeles ha localizado tres planos de su proyecto de tren elevado Madrid-Barajas. Todos, paradójicamente, con la misma numeración: 8032-03.

En julio de 199 1, cuando presentó el primer recurso ante la Administración, se le remitió un plano de siete módulos con la denominación "composición de siete módulos".

En febrero de este año, cuando el Tribunal Superior de Madrid le remitió el expediente, halló una copia del mismo plano de siete módulos, pero con la indicación "composición de ocho Módulos". El documento incluía una estampilla, de cotejo con el plano original, firmada por el secretario del Consejo de Administración del consorcio, Joaquín Nieto.

Entre otras "anomalías", Pinto observó que las cotas, la colocación de los ejes y la posición de los pilares que sustentan la línea elevada no concordaban con el proyecto que presentó. Eurotrén sostiene que su oferta original consistía en un monocarril de ocho módulos, con unas mediciones y características ajustadas a este tipo de composición. "La solución técnica del plano manipulado es la peor de las posibles", afirma Pinto.

Pliego de condiciones

El consejero de Transportes insiste en que no quiere hacer comentarios sobre unos planos que "de ninguna forma" sirvieron para tomar la decisión de excluir a Eurotren Monoviga en la primera fase del concurso. "El recurso de Pinto va contra el acuerdo del Consejo de Administración,y nosotros le excluimos porque no cumplía el pliego de condiciones". Esta es la versión oficial ofrecida por el consejero, que declina explicar por qué el abogado de la Comunidad reconoce que en los servicios técnicos del consorcio "se redujo la composición [del monocarril] de ocho a siete módulos".En cualquier caso, el pliego de condiciones técnicas del concurso es tajante: "Será necesario que el sistema [de transporte] haya pasado por las últimas fases de pruebas, y se valorará positivamente que en la actualidad se encuentre en explotación".

"Nuestro sistema está experimentado; el consorcio no es quién para homologar un modelo", alega Pinto. Su compañía posee un certificado de la Dirección General de Transportes en el que consta la experimentación del prototipo de su monocarril elevado entre septiembre de 1987 y julio de 1989 en un circuito situado en Sevilla. La sociedad estatal Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE), que costeó un 70% del proyecto, efectuó la homologación. En esa época, Revenga era consejero de FEVE, como jefe de gabinete del entonces ministro de Transportes Enrique Barón.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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