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El baile de Jackson con policías españoles

El cantante graba un vídeo en la comisaría del barrio madrileño de Canillas

Su visita a España ha estado acompañada de anécdotas sobre exigencias, manías y temores. Michael Jackson puede permitírselo, aunque nadie imaginaba que un cantante que presume de niño malo (así se titula su penúltimo disco, Bad) pudiera elegir, como broche de oro de su gira española, la grabación de un vídeo musical con la policía de Canillas (Madrid).Hace unos días, el cantante había sorprendido a los productores de la cadena norteamericana ABC, que prepara en la actualidad la serie The Jacksons: an american dream, al efectuar una llamada para recomendar a un actor de cinco años que consideraba ideal para el papel del infante Michael Jackson. La propuesta fue acogida con entusiasmo, pero el pequeño intérprete resultó ser un encantador niño... blanco.

Dangerous tour ha permitido una nueva extravagancia a la polémica estrella. Tras su recital en el Vicente Calderón, Michael Jackson se quedó en Madrid. Y no precisamente para ver la exposición permanente del Reina Sofía, sino para grabar un vídeo con el que abrir sus próximos conciertos. Con este montaje, Jackson soluciona definitivamente los problemas legales que le había provocado la utilización de fragmentos de Carmina Burana, de Karl Orff. Desde ahora, los niños y jóvenes espectadores de su gira descubrirán a un sonriente Michael Jackson celebrando las bondades de un cuerpo que protege a los buenos ciudadanos.

El cantante, que siempre ha mostrado una curiosa debilidad por los uniformes, ha aparecido en varias ocasiones con miembros de la policía de Los Ángeles. Sin embargo, este cuerpo quedó tan desprestigiado por el caso King que el cantante ha preferido a los agentes españoles "por el excelente trato dispensado y la profesionalidad demostrada en sus conciertos españoles", según su manager.

La Dirección General de la Policía, que hubiera deseado que dicho vídeo musical fuera una de las grandes atracciones del Día de la Policía (el próximo 3 de octubre), decidió colaborar con el equipo desplazado desde Estados Unidos para la grabación. En el complejo policial de Canillas, sede de la policía judicial, 40 miembros de caballería, de unidades de intervención y de la sección de motos (todas de gran cilindrada, como le gustan a Jackson) rodearon al cantante ante sus hijos como únicos espectadores.

Al parecer, la profesionalidad de los agentes también quedó reflejada ante las cámaras. Los ensayos fueron mínimos y Michael Jackson prometió agradecer esta colaboración con algunos de los productos comerciales que llevan su firma. Todo un detalle.

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