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CONSECUENCIAS DE LA TORMENTA MONETARIA

El Banco de España obliga a depositar el 100% del importe de todas las operaciones en divisas

El Banco de España decidió ayer frenar la especulación de la peseta con tres medidas que suponen una clara marcha atrás en la libertad de movimiento de capitales. Es la vuelta al depósito obligatorio -ahora del 100%- de la cuantía de las operaciones con divisas y significa, para los bancos, el fin de un atractivo negocio. Las medidas (ver cuadro adjunto) tuvieron dos efectos inmediatos en los mercados: una rápida apreciación de la peseta y una clara presión al alza de los tipos de interés. Sin embargo, el Banco de España subrayó ayer que la medida pretende evitar la subida de los tipos de interés.

La libertad total de movimiento de capitales que se puso en marcha en febrero de este año tiene, desde ayer, tres excepciones que pretenden frenar la fuerte presión a la baja de la cotización de la peseta en los mercados de divisas. El subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, aseguró ayer que "se trata de medidas excepcionales de carácter transitorio que obedecen al periodo actual de fuerte inestabilidad del mercado."

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El Banco de España informó a la Comisión Europea, toda vez que existe una directiva comunitaria que obliga a introducir esa libertad de movimientos de capitales antes del año 1994.

Con todo, tanto esa directiva como la ley española prevén la vuelta a los controles de forma temporal si el país atraviesa una situación excepcional, y la actual, según la Administración y los propios bancos, lo es. El banco emisor español también convocó a los responsables de divisas de las entidades financieras y otras intermediarias para informarles de las medidas.

Estas tuvieron un éxito al menos temporal, pues la peseta se apreció considerablemente al pasar del límite mínimo deI Sisterna Monetario registrado el martes a la banda alta del SME ayer. El Banco de España espera que, tras este impacto alcista, la medida devuelva la tranquilidad a los mercados.

Compra de divisas

El mayor peligro es la posibilidad de el impacto que sea sólo temporal. La clave reside en la primera de las tres medidas de control de cambios adoptadas por el Banco de España.

Esta primera norma obliga a las entidades financieras que quieran comprar divisas y piensen en pagar su contravalor en pesetas dentro de uno, dos o tres días, a depositar en el Banco de España y sin ninguna remuneración ese contravalor en pesetas.

Hasta ayer y durante toda la tormenta monetaria, la principal fuente depreciadora de la divisa española eran las compras de marcos alemanes (o divisas de su entorno) contra pesetas. En palabras del director director general del banco Luis Linde "el mecanismo básico de la especulación consiste en vender lo que no se tiene; los especuladores venden lo que aún no han comprado y para entregar esa venta deben después tomar prestado".

En concreto, todas las entidades financieras con liquidez y capacidad de operar en los mercados de cambios que creyeran que la peseta estaba sobrevaluada podían comprar marcos al valor del día siguiente o de dentro de dos días.

La reacción del mercado de divisas ayer a la primera norma restrictiva fue deshacer, a la mayor velocidad posible, las compras de divisas realizadas el pasado martes, y que estaban sin desembolsar. Los bancos que compraron marcos el mismo martes contra el valor que tendrían hoy, mañana o pasado en pesetas, intentaron venderlos rápidamente.

El resultado fue que la peseta, que inició la mañana en el límite mínimo del SME, subió hasta cotizar a 67 pesetas, es decir, llegó a ser la divisa más fuerte del Sistema, por encima incluso del marco alemán, aunque después se depreció hasta las 68 pesetas.

El problema, a muy corto plazo, es que una vez deshechas esas "posiciones en marcos contra pesetas" será, muy difícil, según algunos analistas, que la peseta no se derrumbe de nuevo. En el Banco de España se vigilará hoy esa evolución en la esperanza de que "se estabilice el mercado".

La segunda medida adoptada por el banco emisor reducirá las posibilidades de los extranjeros a tomar préstamos en pesetas. El motivo es que la norma aprobada ayer obliga a los bancos que presten pesetas a no residentes a realizar un depósito, por el 100% del importe de ese préstamo, en el Banco de España por un año y sin ningún tipo de interés. Aunque no se prohíbe nada, el coste de estas operaciones en pesetas para no residentes aumenta espectacularmente.

El resultado es una presión al alza de los tipos de interés, principalmente los que están relacionados con operaciones entre no residentes. En el mercado interbancario madrileño, el precio del dinero que se prestan unos bancos a otros llegó 14%. Gonzalo Gil, director general del Banco de España, piensa que esto obedece a que las entidades de crédito pidieron menos de lo que iban a necesitar en la subasta. Así, mientras la apuesta de los operadores era que los tipos de interés en España no tendrán más remedio que subir pronto, las autoridades monetarias defienden la estabilidad de tipos de interés.

La tercera norma restrictiva impuesta pretende evitar la elusión del coeficiente de caja abriendo cuentas para residentes en España en el exterior. Desde ayer, cada nueva peseta que se deposite en esas cuentas soportará un coeficiente del 100%.

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