El plan de seguridad en el centro empieza con una redada de extranjeros de aspecto sospechoso"
Los extranjeros con "aspecto sospechoso de ser delincuentes" que deambulaban de noche por el centro de Madrid sufrieron el primer golpe de la operación de seguridad. El Cuerpo Nacional de Policía pidió la documentación a 122 personas y detuvo a 50. Se cumplía así la promesa del delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, de poner en marcha una ofensiva "para recuperar esta zona, con graves problemas de delincuencia y marginalidad". La redada comenzó a las once de la noche del lunes y concluyó dos horas después.
Todos los detenidos -magrebíes, centroafricanos, latinoamericanos y algún polaco fueron trasladados a la Brigada de Documentación de la calle de Los Madrazo. La operación comprendió las calles de la Montera, Gran Vía, Sol, Carretas y Jacinto Benavente.El responsable del gabinete de seguridad ciudadana de la delegación, Félix Gallego, explicó ayer al informativo de la cadena SER Redacción Madrid los criterios seguidos en la actuación: "La policía procedió a identificar a todos aquellos que deambulaban con aspecto sospechoso de ser delincuentes".
Pero ni la delegación ni la policía especificaron cuántos de los inmigrantes detenidos por estancia ilegal tienen antecedentes policiales. Seis de ellos fueron puestos en libertad al rato de ser detenidos, tras comprobarse su situación en el país.
Anoche, la operación policial estaba en marcha otra vez. La comisaría de Centro señaló que las órdenes dadas eran de actuar en días sucesivos como se hizo la noche del lunes: "Esto va a seguir todos los días", indicó el comisario de servicio". Hacia la una de la madrugada habían sido detenidos "unos cuantos extranjeros" en la Gran Vía y en la plaza de Jacinto Benavente.
En la mañana de ayer, los agentes vigilaban a caballo y en furgoneta. Algunas de las prostitutas habituales en las calles de la Montera y de Carretas todavía se quejaban de la redada nocturna."Nos pidieron los papeles a todos los que, para ellos, teníamos pinta de sospechosos", relataba una de ellas.
"Están haciéndonos la vida imposible", es la cantinela que se repite en las calles de la Cruz y de Carretas.
Diferente era la versión de comerciantes y vecinos. El encargado de un establecimiento de bocadillos afirmaba: "Puede que paguen justos por pecadores, pero aquí hay que hacer algo porque los tirones y la venta de drogas están a la orden del día". "Por esta zona hay inmigrantes sudando la gota gorda para ganarse la vida, pero también. hay muchos con la boca llena de bolas de droga para trapichear", añadió.
El nuevo plan supone el inicio de actuaciones masivas. Félix Gallego asegura: "En esta ocasión nos hemos centrado en los extranjeros ilegales, pero no va a ser siempre así. No obstante, hay que tener en cuenta que buena parte de esos inmigrantes habituales de la Gran Vía, Sol y Montera tiene que ver con la venta de droga".
El concejal de Centro, Ángel Matanzo, en declaraciones a Onda Madrid, pidió a Crespo que aproveche su plan para "precintar locales", y le dio un consejo: "Menos reuniones y más palos". Por su parte, el concejal de Seguridad, Carlos López Collado, también insinuó algo que podía hacer Matanzo por su distrito: "Vallar los solares donde entran drogadictos y mendigos".
López Collado -que mantiene unas relaciones distantes con Matanzo- también comentó que el dispositivo policial "se basa en una aplicación sin complejos de la ley de extranjería y de la ley Corcuera".
El presidente regional, Joaquín Leguina, cree que los problemas del distrito Centro también son urbanísticos. "Hay que hacer un plan de desarrollo para esa zona y evitar su terciarización [dedicarlo a oficinas, y no a vivienda]", afirma.
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