El pintor Antonio Saura expone las ilustraciones de sus libros preferidos

El pintor Antonio Saura inauguró ayer en Madrid una exposición antológica de sus ilustraciones para libros. La presentación en el Centro Cultural del Círculo de Lectores, hasta el próximo 12 de octubre, de ilustraciones de El Quijote, La familia de Pacual Duarte, El criticón, los Diarios de Kafka y la poesía y la prosa de San Juan de la Cruz, entre otras realizadas por el pintor, coincide con la publicación del libro Retrato de Antonio Saura, escrito por Julián Ríos. "Soy un enemigo de la pintura literaria, pero no de la ilustración como comentario práctico a un libro", dijo Saura.

Sólo en la madurez el artista puede llegar a la libertad plena, en contra del tópico del joven libre, según coincidieron en afirmar anoche el escritor Julián Ríos y el crítico Francisco Calvo Serraller, en la inauguración de la exposición que sobre Antonio Saura ilustrador se desarrolla en el Centro Cultural del Círculo de Lectores de Madrid. En el 620 cumpleaños del pintor, Julián Ríos señaló que comienza su centenariadolescencia, con lo que el pintor estuvo plenamente de acuerdo."Sólo se puede ser fiel al espíritu de un texto cuando se trate de la admiración", declaró Antonio Saura a este periódico antes del acto, para indicar que nunca ha aceptado un encargo y todos los libros que ha ilustrado son sus libros-fetiche, al igual que los que proyecta ilustrar: los sueños de Quevedo y los aforismos de Lichtemberg. "Difícil de conseguir", explicó Antonio Saura, "es el equilibrio entre el espíritu del texto y la fidelidad a la propia grafología".

Libertad de creación

Durante el acto de la inauguración de su exposición, Antonio Saura también comentó el hecho de que sea una empresa privada la que se aventure en estos tiempos en empresas de iniciativa cultural costosa y arriesgada, como la ilustración de los textos de San Juan de la Cruz que acaba de terminar. En su caso, él ha colaborado porque siempre le han dejado una permanente libertad de creación, algo muy dificil de conseguir en la industria cultural.Sobre la reciente polémica entre el pintor realista Antonio López y el Centro de Arte Reina Sofia, Saura señaló: "Es un problema que no entiendo. Si yo me viera excluido de un museo, no protestaría. Por lo demás, tanto la negación de la exposición antológica por parte de Antonio López, como el hecho de que terminara aceptándola, es una actitud personal que Antonio Saura no considera que deba ser comentada".

No se cumplen años impúnemente, dijo el crítico y profesor Francisco Calvo Serraller, para indicar que con el tiempo la obra de un artista "tiene una sabiduría que se adensa". "En la época de la adoración por el artista-joven, hay que decir que no hay nada más incompatible con la libertad como la juventud. Pues la juventud está llena de intereses y sólo con la edad el artista se despega de ellos y puede crear en libertad".

Francisco Calvo Serraller citó el ejemplo de Goya que empieza a pintar bien a los 40 y su momento más interesante y creativo se produce entre los 60 y los 80. Según dijo, Antonio Saura ha llegado a ese estadio en el que pinta ya porque sí, "sin buscar fama ni beneficio".

Por su parte, Julián Ríos, indicó que el sello de la genialidad se produce cuando el artista es más radical en la vejez. Pues, "todo el mundo es más o menos rebelde en la juventud, pero en la vejez se embarca en hacer su propia obra". Como decía Goya, "el tiempo también pinta".

Julián Ríos es el autor del libro Retrato de Antonio Saura, una biografía que recoge la historia, las obsesiones y los proyectos del pintor aragonés. Se completa con una Sauriografía (dieciséis dibujos originales del pintor), un Diversaurio (ocho pinturas comentadas) y un Hustrario (ocho ilustraciones para el Círculo de Lectores), además de una cronología personal y un catálogo de museos y colecciones en los que se ha expuesto su obra pictórica.

El director del Círculo de Lectores, Hans Meinke, explicó que el título de la exposición Saura y los libros de su vida se debe a su convicción de que toda persona tiene libros esenciales en su biografía, que le son tan esenciales como el respirar, el comer o el beber. Llamó a Antonio Saura uno de los pintores de su vida y leyó el nombramiento que le acredita como socio de honor del club.

Entre otros Libros de su vida, Saura ha ilustrado obras de Cervantes, Kafka, Quevedo, Juan de la Cruz y Cela, entre otros. Actualmente trabaja en Pinocho y en las greguerías de Gómez de la Serna, así como en Larva y El criticón de Baltasar Gracián, en un ambicioso proyecto de tres volúmenes.