Un consejero vetado en el Consejo

Uno de los ejemplos más espectaculares del peculiar funcionamiento del Consejo de Gobierno de Cantabria y de la forma de gobernar de Juan Hormaechea lo ofrece el caso Parra, uno de los consejeros dimisionarios, a quien prohibió asistir a las reuniones del Gobierno autónomo. Parra hubo de permanecer ausente desde diciembre de 1991 hasta ahora.

José Parra Belenguer, de 41 años, licenciado en Filosofía y también procesado con el presidente Hormaechea, desempeñaba la Consejería de Sanidad. Desde este departamento, sin haber tramitado ningún expediente ni existir memoria, proyecto ni pliego de cláusulas administrativas, encargó de forma puramente verbal a una empresa un estudio de carácter socioeconómico sobre la pavimentación que se llevaba a cabo en numerosos pueblos.

Según la acusación privada, que solicita solamente por este expediente siete años de inhabilitación especial para Parra y seis para Hormaechea, el trabajo, por el que se pagaron 48 millones de pesetas, no fue supervisado en su elaboración. Además, dio lugar más tarde a una convalidación irregular por el Consejo de Gobierno.

Hormaechea reprochó airadamente a Parra, en diciembre último, la irresponsabilidad de su actuación, acusándole de ser la causa de su procesamiento. El incidente provocó un enfrentamiento físico entre ambos y las gafas del consejero salieron volando por los aires. A partir de entonces, el presidente prohibió a su consejero que asistiese a las reuniones del Ejecutivo. Parra, cuya dimisión Hormaechea reclamó infructuosamente al PP, no fue destituido y se mantuvo firme en el cargo hasta el pasado día 18.