Exteriores no logra desalojar de su residencia al ex cónsul en Miami

El Ministerio de Asuntos Exteriores español sufrió el pasado fin de semana un revés en la larga batalla que libra por desalojar al ex cónsul de España en Miami, Erik Ignacio Martel, de la residencia, propiedad del Estado, a pesar de haber sido relevado de su puesto en febrero, tras la supuesta aparición de algunas irregularidades en las cuentas del consulado, Martel no ha sido, sin embargo, expedientado por el subsecretario del ministerio, Máximo Cajal.

ENVIADO ESPECIALPara recuperar la casa, y que pueda vivir en ella el nuevo cónsul, Fermín Prieto Castro, Cajal optó por llevar a Martel ante los tribunales de EE UU, tal como le aconsejó el Departamento de Estado norteamericano.Para poder denunciarle ante la justicia norteamericana, el Estado español tuvo que renunciar a los privilegios e inmunidad diplomática de que goza en la ciudad de Miami.

Un juzgado de Coral Gables (Miami) se declaró el pasado viernes (madrugada del sábado) competente para juzgar el litigio, pero aplazó hasta dentro de ocho meses una decisión sobre el desahucio solicitada por Exteriores. Además, Martel no deberá pagar alquiler por los siete meses que ha ocupado la residencia ni por los otros ocho meses que, como mínimo, permanecerá en ella. El tribunal tampoco accedió al deseo español de que el inquilino abone una fianza por los desperfectos que el ex cónsul pueda causar en la vivienda.

Querellas

Richard Burton, el abogado de Martel, ha declarado tener la intención de querellarse contra el nuevo cónsul y contra la subdirectora de la Oficina de Información Diplomática, Asunción Ansorena. Al primero le reprocha haber asegurado ante el tribunal norteamericano que el puesto de cónsul en Miami es de libre designación del ministro, cuando, según él, se obtiene por concurso de méritos. A la segunda le imputa poner en tela de juicio la buena reputación de Martel.