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CRISIS EN LOS MERCADOS DE CAMBIO

El Banco de Francia logra sostener el franco pese a convertirse en el centro de los movimientos especulativos

La tormenta especulativa que, días atrás, envió al suelo a varias monedas del Sistema Monetario Europeo (SME) se abatió sobre el franco francés a partir de la noche del jueves y durante la mañana de ayer. Pese a la buena salud de esa moneda, la incertidumbre que pesa por el resultado del referéndum sobre el Tratado de Maastricht de mañana colocó al franco en el centro del huracán. Las autoridades monetarias tuvieron que sacar su artillería pesada y lograron un nivel de 3,42 francos por marco, frente al 3,41 de la víspera.

La Bolsa de París clausuró su sesión con una subida del 1,63%, interpretada como un signo de confianza de los medios financieros en la victoria del sí. El movimiento alcista se aceleró por la mañana cuando el vicepresidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, declaró que el franco francés es una moneda candidata a la revaluación en caso de reajuste monetario.

En las primeras horas de la mañana, la confusión y el nerviosismo se apoderaron de los mercados. El Banco de Francia tuvo que cerrar sus ventanillas durante media hora. Esperó a que Alemania determinara sus tipos de la subasta diaria de préstamos a fin de decidir los tipos franceses. Alemania socorrió a sus vecinos. Ofreció liquidez a un tipo en baja -el 9% frente al 9,33% del día anterior-, un gesto que aportó un balón de oxígeno al mercado francés, en el que los tipos de la subasta de préstamos fueron fijados a 10,5%, un nivel idéntico al de la víspera. Sin embargo, antes habían alcanzado un tipo de hasta el 80% para volver a un 20%23% y terminar en el 10,5%.

Las autoridades francesas estaban decididas a que el franco, que el día anterior había rozado en varios momentos su cambio mínimo en el seno del SME (3,4305 francos por un marco), no saliera del sistema, lo que para muchos inversores hubiera supuesto la voladura final de ese ahora frágil mecanismo.

A nadie le sorprendieron estos ataques especulativos contra la moneda francesa, explicables por la inquietud de los medios financieros internacionales ante la falta de seguridad de que el sí venza en el referéndum de mañana. "No hay ninguna razón objetiva para que el franco francés sea atacado", dijo Jacques Delors. "La situación del franco es absolutamente diferente de la libra esterlina o la lira italiana", añadió el presidente de la Comisión Europea.

El Ministerio francés de Economía y Hacienda intentaba mostrarse sereno. El franco, decían sus portavoces, se ha convertido en una moneda fuerte, como acaba de probar su resistencia a los ataques especulativos. Y ello, subrayaban, gracias a los buenos resultados de la economía francesa: una inflación inferior al 3%, un comercio exterior excedentario y un déficit presupuestario razonable en relación al déficit que mantienen otros países de la Comunidad Europea.

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