El Gobierno se aferra a su política aunque la peseta sigue cayendo tras la devaluación

Los tipos de interés no subirán pese a la devaluación de la peseta, según aseguró el presidente del Gobierno, que ayer despachó con el Rey en el palacio de la Zarzuela. El jefe del Ejecutivo, que ya había conversado telefónicamente desde Berlín con don Juan Carlos cuando se acordó la devaluación, ha decidido, además, mantener a toda costa la orientación de su política económica. A esa conclusión llegó tras mantener durante toda la jornada consultas permanentes con el ministro de Economía, Carlos Solchaga.Paralelamente a este anuncio, el titular de Economía reiteraba en el Congreso que el Gobierno mantendrá su política de austeridad "frente a quienes piden una de reactivación para salir de la crisis". Solchaga intentó convencer a los diputados de que la devaluación de la peseta en un 5% es "el menor de los males posibles", y culpó de esta medida a los especuladores financieros, que ayer lanzaron un fuerte ataque contra el franco francés. Tanto el Partido Popular como Convergència i Unió rechazaron esta interpretación de la crisis. Miquel Roca (CiU) ironizó sobre el fracaso de la política del Ejecutivo al subrayar que estaba basada precisamente en no devaluar la peseta. "La economía española", dijo, "se ha desplomado como un castillo de naipes".

Solchaga adelantó que el presupuesto del próximo año será el eje de la política de austeridad. El gasto público crecerá por debajo del 5%, aunque la carga de la deuda le hará pasar del 8%. Además, el Estado dará ejemplo de moderación salarial con los funcionarios. En los mercados continuó ayer la presión especulativa contra la divisa española lo que se tradujo en una pérdida durante la jornada del 2%. En Madrid, el cambio fue de 70,14 pesetas por marco, muy por debajo de su nuevo tipo central dentro del SME (68,407).

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