Grecia, arrasada por huelgas y falta de fe en sus políticos

La huelga general de dos días convocada a partir de ayer por el sindicato mayoritario de trabajadores griegos (GSEE) y la de los empleados públicos, prevista para hoy, marcan el punto álgido de un período de fuertes protestas contra la política económica del Gobierno conservador. que, según recientes encuestas, es considerada por el 60% de los ciudadanos griegos como "socialmente injusta e ineficaz".Los más afectados son los empleados públicos de bajos ingresos, los jubilados y los agricultores, que no pueden evadir impuestos, una práctica muy popular entre el 80% de los griegos, quienes sufren los efectos de una inflación que llegará al 15% a finales de año y un 8% de desempleo.

El líder de la oposición socialista, Andreas Papandreu, reiteró ayer su llamamiento a elecciones generales adelantadas, para rescatar" al país de la situación caótica actual pero, según los últimos sondeos, los griegos desconfían de las soluciones propuestas de tiempo en tiempo por los socialistas, quienes perdieron el poder en 1989 tras estallar diversos escándalos económicos de su Administración.

Altos cargos del partido conservador gubernamental, Nueva Democracia, manifestaron sus divergencias públicamente con la nueva ley de Seguridad Social, que empeora la situación económica de las capas de ingresos reducidos y demanda mayores contribuciones.

Las actividades en Atenas y en las grandes ciudades griegas se ven frecuentemente paralizadas por cortes de electricidad y mal funcionamiento del servicio de teléfonos, bancos, correos y otros, debido a las huelgas que protestan por la nueva ley de Seguridad Social y que será ratificada por la Asamblea Nacional este viernes. Los atenienses no han visto un autobús del servicio urbano en más de dos meses, mientras paros parciales marcan la actividad de otros medios de transportes.