Ofensiva

No detendrá la masacre de serbios y bosnios la presencia de legionarios con gorrito de heladería gritando "iviva la muerte!", ni el despliegue de otros cascos azules, ni el envío de más aviones con pasta italiana, por que cualquier cosa que se mueva en Yugoslavia seguirá siendo un blanco fácil para los sanguinarios con tendientes. Esos Rambos de dos metros por uno aprietan el gatillo antes que la mandíbula. Mientras tengan munición para el rifle no depondrán las armas. Es más, tal vez ni siquiera necesiten metralla para seguir pegándose: pronto les veremos usando el tiragomas, o el arco y las flechas, hasta acabar con un cuerpo a cuerpo.Convendría probar suerte lanzando una ofensiva genital pacificadora, en dos fases. La primera consistiría en el bombardeo de la zona del conflicto con ejemplares del nuevo libro de Madonna titulado, Sex, donde la cantante del sujetador blindado aparece fotografiada 128 veces, desnuda siempre, en posiciones indescriptibles.

Concluida esta primera fase de iniciación carnal, se acometería la segunda con la proyección de su nuevo filme (Body of evidence), cuyo inocuo argumento dará satisfacción a los bárbaros en pugna, pues trata del óbito del amante de la estrella en el momento mismo del orgasmo, muerte de la que, por complicaciones bisexuales de la voraz protagonista, se acusa a Madonna ante un severo tribunal.

Si todo falla, todavía cabe la posibilidad de completar la operación disuasoria emitiendo desde un aerostato acústico de la Cruz Roja el novísimo álbum de Madonna titulado Erótica, capaz de amansar a la totalidad del reino animal. Agarrados de la mano, danzarán serbios y bosnios la sardana de la paz.

Y en cuanto a nuestros caballeros del tercio, con su choto por mascota, que no salgan de casa.