La ONU acuerda enviar 6.000 'cascos azules' más a Bosnia-Herzegovina

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó ayer oficialmente el envío a Bosnia-Herzegovina de un nuevo contingente de cascos azules, evaluado en 6.000 hombres, para garantizar las operaciones humanitarias. Tres de los 15 miembros del Consejo, China, India y Zimbabue, se abstuvieron en la votación de la resolución 776, cuyo debate provocó un profundo desacuerdo entre los representantes de Pekín y de Washington.

La sesión del Consejo de Seguridad quedó suspendida durante dos horas tras la amenaza de la delegación china de utilizar su derecho de veto si, como insistían los norteamericanos, se añadía al texto de la resolución una referencia explícita al capítulo séptimo de la Carta de la ONU, que prevé el uso de la fuerza. El nuevo texto hace referencia a la resolución 770 del Consejo, adoptada el 13 de agosto pasado, y que había autorizado precisamente el recurso a la fuerza por la ONU en Bosnia para proteger los convoyes de ayuda humanitaria. China, India, y Zimbabue ya se abstuvieron en aquella ocasión.La resolución aprobada ayer autoriza a las fuerzas de la ONU desplegadas en Bosnia a utilizar la fuerza no sólo en casos de legítima defensa, sino ante cualquier intento armado de impedir el cumplimiento del mandato de los cascos azules. El representante chino justificó su abstención en los siguientes términos: "El uso de la fuerza, cualquiera que sea su forma, no hará sino complicar la situación, agravar las divergencias e incrementar el odio". El nuevo contingente de la ONU, que elevará hasta 7.500 los soldados desplegados en territorio bosnio, consistirá esencialmente en batallones de infantería, compañías blindadas de reconocimiento y unidades de apoyo logístico especializadas en desactivación de minas.

Informaciones recogidas en la sede de Naciones Unidas indicaban que el Reino Unido, Francia, Canadá, España (que aportará más de 300 legionarios), Bélgica, Dinamarca, Holanda y Portugal contribuirán al nuevo contingente de las Fuerzas de Protección de la ONU (Unprofor). Londres anunció poco después el inminente envío de 1.800 soldados a Bosnia.

La decisión adoptada en Nueva York coincidía en el tiempo con una carta enviada por el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, a los mediadores internacionales en el conflicto yugoslavo, Cyrus Vance y lord Owen, en la que se compromete a enviar una delegación a la nueva ronda de conversaciones de paz prevista para el próximo viernes en Ginebra. Las autoridades de Sarajevo habían anunciado un día antes que no acudirían a la ciudad suiza debido al recrudecimiento de los combates. La delegación bosnia estará encabezada por el ministro de Exteriores, Haris Silajdzic.

Sin embargo, la reanudación de las negociaciones es una incógnita después de la información difundida por el jefe de la Unprofor, Satish Nambiar, según la cual aviones de combate del Ejército yugoslavo bombardearon el lunes la ciudad bosnia de Bihac, en perder de los musulmanes. Vance y Owen enviaron una carta al líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, en la que piden explicaciones de incidente, que, de confirmarse, significaría la directa implicación de Serbia, que tiene el control del Ejército, en la guerra de Bosnia. Las autoridades de Belgrado, han negado reiteradamente cualquier implicación de las tropas yugoslavas en el conflicto. El supuesto bombardeo aéreo se produjo en una jornada especialmente violenta en Sarajevo, conde murieron 39 personas, y más de 100 resultaron heridas.

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