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El Banco Mundial alerta sobre el estancamiento del comercio

El estancamiento que está sufriendo el comercio mundial por la recesión económica y la falta de acuerdo para cerrar la Ronda Uruguay, traerán efectos muy negativos sobre las economías de los países en vías de desarrollo y el Tercer Mundo, según se desprende del Informe anual del Banco Mundial difundido ayer en la capital norteamericana. La liberalización del comercio mundial, de acuerdo con la filosofía del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), supondría un flujo de fondos de 50.000 millones de dólares (4,5 billones de pesetas) al año) de las naciones ricas a los países en vías de desarrollo.Como todos los años, el Banco Mundial analiza en su informe la situación de la economía mundial, con especial atención a los países más pobres y aquellos que se encuentran ya en vías desarrollo. En esta ocasión, además de insistir en los problemas relacionados con el medio ambiente y, el crecimiento económico, este organismo internacional ha llamado la atención sobre el frenazo que ha sufrido el comercio mundial y sus consecuencias sobre el Tercer Mundo.

"El menor crecimiento del comercio mundial en 1991 ", dice el informe, "es atribuible al frenazo de la demanda de importaciones de los países industrializados, unido a un menor crecimiento en sus exportaciones". A pesar de todo, el Banco Mundial señala como elementos positivos que han ayudado a que el nivel del comercio mundial haya conseguido crecer (un 3% en 1991, frente al 5% de 1990), "el efecto positivo de la unificación alemana sobre los países de la CE, el fuerte crecimiento del comercio exterior en el área de Asia oriental y la recuperación de los países latinoamericanos".

Estas dos últimas áreas han conseguido crecimientos de sus importaciones de dos dígitos durante 1991.

Mayor liberalización

El Banco Mundial insiste, como en años anteriores, en la necesidad de una mayor liberalización del comercio mundial, que permita a los países más pobres exportar sus productos y lograr así un crecimiento sostenido de sus economías. En este sentido, el informe anual llama la atención sobre la necesidad de cerrar las negociaciones- de la Ronda Uruguay en el seno del GATT, cuyo plazo venció hace casi dos años sin que hayan conseguido llegar a un acuerdo.Según los cálculos de este organismo internacional, una reducción de aranceles del 30%, unida a la supresión de los subsidios agrícolas en la CE y la eliminación a las restricciones sobre comercio de textiles y servicios, supondría una transferencia anual de fondos superior a los 50.000 millones de dólares de los países industrializados a los que están en vías de desarrollo.

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