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Ceden las presiones sobre la lira pero vuelven los temores inflacionistas

El 7% de devaluación de la lira con relación a las demás monedas comunitarias, decidido el domingo en el marco del Sistema Monetario Europeo (SME), fue suficiente para contener ayer las presiones sobre la divisa italiana, que solo se depreció en un 3,6% frente al marco. La fuerte subida del dólar, consecuencia de la baja de tipos de interés en Alemania, potenciaba los efectos inflacionistas que toda devaluación tiene en principio, y ello preocupaha especialmente a los sindicatos.

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Para los empresarios, la primera inquietud era, en cambio, que el Gobierno demore la imposición del inevitable rigor financiero, ahora que se ha librado de la urgencia de tener que defender su moneda a diario. Los políticos, por su parte, reaccionaron poco y con prudencia ante la debilidad que este desenlace provisional de la crisis representa para el Gabinete de Giuliano Amato.La lira cerró ayer en Italia a 793,32 frente al marco alemán, 27,90 liras por debajo de su cotización del pasado viernes y 9,16 liras por encima de las 802,487 liras por marco que constituyen el nuevo valor central de la divisa italiana en el SME. Ello parece indicar que el porcentaje de devaluación concertado el domingo es suficiente como para dar un respiro al Banco de Italia, al menos hasta que el resultado del referéndum francés o el desarrollo de la acción del Gobierno sobre el déficit público generen nuevas tensiones.

Ese relajamiento provisional tuvo su reflejo en la bolsa, que, tras muchas jornadas negativas, subió un 3,61% en el contexto de una baja acumulada durante este año del 25,4%. Tal animación del mercado de valores es previa a la previsible reducción del tipo oficial de interés, que en Italia aún no había llegado ayer. Sólo cayeron los tipos del interbancario a muy corto plazo. También es pronto para valorar los efectos de la devaluación sobre el mercado de la deuda pública. El ministro de Finanzas, Giovanni Goria, pretende animar el retorno de capitales mediante una garantía de cambio complementaria u ofreciendo a los inversores la posibilidad de cobrar los títulos de Estado indistintamente en liras o ecus.

El dólar

El dato más negativo de la jornada de ayer fue la andadura del dólar, que cerró a 1.170,12 liras, ganando 72,48 liras frente a su cotización media del viernes. Esta apreciación potenciará los efectos inflacionistas de la devaluación.

A esos efectos se han referido algunos líderes sindicales, y, muy explícitamente, Pietro Lariza, secretario de la UIL, un sindicato que ha pedido una reunión inmediata con Amato. En el contexto de esa preocupación destaca el hecho de que las grandes centrales sindicales italianas firmaran a finales del pasado mes de julio un acuerdo de limitación de costes laborales con empresarios y el Gobierno, por el que, entre otras cosas, se suprimió el sistema de revisión automática de los salarios. El acuerdo fue tan polémico entre las bases que el secretario de la CGIL, el ex comunista Bruno Tientin, dimitió tras firmarlo. Las actuales perspectivas de una mayor inflación pueden complicar aún más el asunto.

Los partidos se mantienen prudentes, ante la delicada situación política. Criticaron la devaluación los grupos menores de la oposición, como el republicano, Refundación Comunista o el Movimiento Social Italiano. Pero el líder de la izquierda ex comunista, Achille Occhetto, guardaba ayer un silencio. extraño para quien pocas horas antes llamaba a la rebelión fiscal.

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