Turismo de tercera

Este año, al igual que en anteriores, he salido de vacaciones con la familia, con ilusión y con la seguridad que me ofrece la agencia de viajes. Me decidí por Las Palmas de Gran Canaria, ya que nunca había estado allí. Pues bien, allá fuimos; de entrada, cambio de itinerario por las obras en el aeropuerto de recepción, así que fuimos primero a Tenerife para, desde allí, ir en transbordador hasta Las Palmas, llegando agotados al hotel, donde nos esperaba media comida fría; y digo media porque la otra media ya se la habían zampado un regimiento de insectos; el hotel de tres estrellas (?) tenía- la habitación con una terraza de pie (porque no podías sentarte de lo estrecha que era), las camas eran verdaderamente catres tercermundistas y por si fuera poco, aunque estábamos cerca de la playa, también lo era una de las calles, donde diariamente deambulaban los drogadictos como zombies...Desde luego, nos sentimos atracados y acelerados de rabia e impotencia. Claro que he reflexionado mucho y pienso en la ceguera colectiva, ya que si ésta es la oferta turística que nos ofrece nuestro país, estamos matando la gallina de los huevos de oro.

Sólo me queda decir una cosa al respecto: señores responsables del turismo: ¿renovar o morir?-

Madrid.