Los partidos antimilitaristas encabezan el escrutinio en las elecciones tailandesas
El poder de convocatoria de los muertos y desaparecidos durante los trágicos sucesos del pasado mes de mayo en Tailandia no fue tanto como esperaban los partidos de la oposición democrática, pero el escrutinio provisional de los votos emitidos depara a las fuerzas antimilitaristas un sustancial avance y les acerca a la jefatura del Gobierno. Las segundas elecciones parlamentarias de este año se celebraron ayer con una participación en torno al 60%. Al menos siete personas fueron asesinadas por razones políticas.
Cerca de 32 millones de personas, en un país de 60 millones de habitantes, tenían derecho a decidir con su voto si la mayoría de los 360 miembros de la Cámara de Representantes y el próximo primer ministro continuarían vistiendo de caqui, o, por el contrario, un nuevo poder civil se impondrá en esta nación del sureste asiático subordinada por décadas al arbitrio militar."El primer paso es la reestructuración de las Fuerzas Armadas. Estamos hartos de oficiales que juegan a la política con la pistola en la cartuchera", protesta un tailandés de 40 años.
De acuerdo con la proyección divulgada por el Canal 9 y el periódico The Nation, con el escrutinio del 60% de las urnas el Partido Democrático de Chuang Leekppai, un tecnócrata de 50 anos, mayoritariamente apoyado por la emergente clase media urbana, surge como favorito al obtener 80 de los escaños en juego, 36 más que los obtenidos en los comicios del pasado mes de marzo. "Los cambios tienen que ser progresivos, no drásticos", manifestó el hombre que puede convertirse en presidente de Gobierno. Fuerza Moral, encabezada Por Chainlong, ex gobernador de Bangkok, pasa de 41 a 52 diputados.
Según estos dos medios de comunicación, la principal formación aliada con los militares, Chart Thai, pasaría de 74 a 71, y Chart Pattana, nuevo partido del general Chatichai Choonhavan, derrocado del Gobierno por Suchinda en 1991, logra 64 diputados. Es casi seguro que el escrutinio definitivo confirmará la necesidad de una alianza para formar Gobierno. El ministro de Exteriores, Arsa Sarasin, comentó: "Nos guste o no, tendremos que volver a ver en el Parlamento caras que nos son familiares".
El disciplinado voto militar
Los regimientos de la capital, en alineación de a dos y en traje. de fatiga, votaron al poco de abrirse los colegios. Uno de los soldados en la fila confesó que Chamlong no es su candidato. "Es demasiado religioso. y no tiene decisión suficiente como para gobernar este país".
Un total de 95.700 policías, soldados y agentes de otros cuerpos fueron movilizados en la vigilancia callejera y la de los 59.000 colegios electorales establecidos en 142 distritos. Esta masiva presencia no fue suficiente para evitar que el sábado un grupo de pistoleros asesinara en una población fronteriza con Camboya a cinco simpatizantes de Chamlong, ni que otros dos jóvenes perdieran la vida en Bangkok abatidos a tiros mientras pegaban pasquines denunciando la corrupción de uno dé los candidatos. Lo más preocupante es que, como reconoció la actual primera ministra, Anand Panyarachum, "la mayoría de los tailandeses no sabe en qué consiste la corrupción".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.