El primer ministro yugoslavo promete la paz a los mediadores internacionales

"El nuevo Ejército de Yugoslavia está preparado para la paz. Pueden contar con nosotros. Estamos aquí para negociar la paz y haremos todo lo necesario para conseguirla". Con estas palabras el primer ministro de la nueva Yugoslavia formada por Serbia y Montenegro, Milan Panic, dio ayer en Belgrado un caluroso recibimiento a los mediadores de la ONU y de la CE, Cyrus Vance y David Owen, que viajaron desde Sarajevo.

Panic salía al paso de quienes opinan que si fracasa la operación de paz en Bosnia y la ONU mantiene las sanciones contra Serbia se acabará imponiendo un golpe militar.En Belgrado, los dos negociadores se entrevistaron también con una representación del Alto Mando del Ejército yugoslavo, encabezada por el jefe del Estado Mayor, Zivota Panic, quien ha pasado de ser un incondicional del presidente serbio, Slobodan Milosevic, a un asiduo acompañante del millonario californiano que ocupa hoy la jefatura del Gobierno yugoslavo. Éste nombré ayer a cinco nuevos ministros, entre ellos a llija Djukic como nuevo titular de Exteriores en sustitución de VIadislav Joyanovic, que dimitió el jueves en desacuerdo con Panic.

Tras la reunión mantenida con Dobrica Cosic, presidente federal, Cyrus Vance hizo patente su optimismo al declarar: "Hemos adelantado muchísimo en tan sólo una hora". Vance y Owen se entrevistaron posteriormente con el principal hueso de su etapa belgradense, Milosevic, cuya intransigencia aparece cada vez más aislada en la cúpula de poder serbia.

Tras las conversaciones mantenidas en Sarajevo con las fuerzas beligerantes, los enviados de la ONU y de la CE indicaron que los líderes de las fuerzas rebeldes serbias han aceptado discutir la entrega a las Naciones Unidas del control de los suministros de agua y electricidad dé Sarajevo, que actualmente está en manos serbias.

Lord Owen subrayó que tras las citadas conversaciones confiaba en que los serbios habrán puesto a mediodía de hoy su artillería pesada bajo control de la ONU. El enviado de la CE elogió la recomendación del secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, de incrementar en 6.000 el contingente de cascos azules desplegado en el territorio de Bosnia-Herzegovina, cuya resolución del Consejo de Seguridad puede aprobarse este fin de semana.

Por otra parte, la OTAN ha ofrecido a las Naciones Unidas los medios necesarios para asegurar "la vigilancia" del espacio aéreo de Bosnia-Herzegovina, según informó un portavoz de la Alianza al término de la reunión de ayer en Bruselas de los embajadores de los 16 países aliados. Aviones-radar AWACS llevarían a cabo dicha misión de vigilancia que, de momento, no consistiría en una cobertura aérea de las operaciones humanitarias en Bosnia ni en impedir la utilización del espacio aéreo bosnio a los aviones militares que no pertezcan a la ONU. Estas dos ideas han sido estudiadas por las Naciones Unidas en los últimos días, pero ninguna resolución en este sentido ha sido adoptada por el Consejo de Seguridad.

Cuatro AWACS operan desde el mes de julio en el Adriático para supervisar la aplicación del embargo de la ONU contra Serbia y Montenegro. Técnicamente el radio de acción de sus radares les permitiría vigilar también el espacio aéreo bosnio, según los expertos militares.

Reunión de la CE

Los ministros de Asuntos Exteriores de la CE recibirán hoy información de lord Owen sobre la evolución del conflicto bélico en Bosnia. Los doce ministros permanecerán reunidos este fin de semana en la localidad de Welwyn (Hertfordshire, cerca de Londres) para debatir las cuestiones que más imperiosamente afectan a la política exterior comunitaria: la crisis en los Balcanes y la prevista ampliación de la CE, informa Enric González.La discusión sobre la antigua Yugoslavia ocupará buena parte del fin de semana. El Reino Unido, que en los próximos días enviará 1.800 soldados a la zona de Bosnia, quiere estrechar la cooperación de los Doce en los esfuerzos para pacificar la región.