Temor a la caída

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, comienza a partir de hoy, martes, una ofensiva exculpatoria para alejar de su Gobierno y de su propia gestión cualquier tipo de responsabilidad política por el caso Ollero. Colaboradores de Chaves le han trasmitido que las acusaciones de la oposición pueden empezar a hacer mella en su imagen pública. Además de considerarlo "injusto", estos colaboradores añaden que puede resultar contraproducente para su futuro político.Manuel Chaves ha pasado a formar parte del reducido grupo de dirigentes socialistas que puede aspirar a la sucesión del presidente del Gobierno, Felipe González. Además, goza del apoyo y aprecio personal del jefe del Ejecutivo, con quien ha departido en distintas ocasiones a lo largo del mes de agosto en relajados paseos por el coto de Doñana. El salto hacia adelante de Chaves cuenta con el apoyo del partido en Andalucía, que pujará por el cuando en el futuro se plantee la sucesión de González. En principio, no obstante, están de acuerdo en que este caso no puede arruinar su gestión en esta comunidad a menos de dos años de su comienzo. "No podemos quedarnos encerrados en el castillo porque hay un riesgo grave de que nos quememos dentro", explicó un colaborador del presidente.

Hoy mismo el presidente de la Junta participará en un programa radiofónico nacional y horas después aprovechará su presencia en la inauguración de un Foro Internacional sobre Mujer, poder político y desarrollo, para pasar a la ofensiva respecto a las muchas sombras de duda que se han extendido sobre la administración andaluza pero que, en última instancia, afecta a la credibilidad de los socialistas.

"El actual presidente no puede cargarse toda la responsabilidad de lo ocurrido en Andalucía los años anteriores y, si no reacciona, va por ese camino", señaló un alto cargo andaluz.