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Y para comer, perro

Los habitualmente ordenados e higiénicos suizos se han visto conmocionados por la revelación de que perros y gatos suelen formar parte de la dieta de algunos de sus compatriotas. La práctica, que se considera extendida, se centra en torno a los cantones orientales de Saint Gallen, Appenzell y Turgovía, pero hay quien cree que podría ser frecuente en todas las regiones francófonas.Según el inspector Jean Clerment, de la Sociedad Protectora de Animales de Friburgo, estas curiosas inclinaciones culinarias comenzaron en los años cincuenta, durante un invierno particularmente duro, en el que la gente recurrió desesperada a la carne de perro. ( ... ) El cantón de Appenzell es conocido por la crianza de perros pastores, que son blanquinegros y ligeramente más pequeños que los San Bernardo. Éste es el infortunado animal que ocupa un lugar preferente en el menú de los lugareños. La revelación se hizo, por primera vez, en un programa de la RTL, la cadena de televisión de lengua germano-suiza.

Como consecuencia del escándalo, los originarios del lugar pueden verse privados ahora de algunos de sus bocados favoritos, como el salame canino, el gulash de gato y el perro ligeramente ahumado. La Fundación Brigitte Bardot, grupo de defensa de los derechos de los animales, radicado en París, se ha comprometido a estigmatizar esta práctica, "peor que bestial".

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, 3 de septiembre

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