Leguina mira al sur, y el alcalde, al centro

Los políticos madrileños han reanudado el curso. Tanto el alcalde, el popular José María Álvarez del Manzano, como el presidente regional, el socialista Joaquín Leguina, han reunido ya a sus equipos para activar la maquinaria de gestión. El primero pateó el distrito Centro junto con su concejal Ángel Matanzo y piensa en cambiar el servicio de limpieza. El segundo piensa en los barrios del sur, que aún esperan las inversiones prometidas.

Los distritos del mediodía de la ciudad, a los que se añade el de San Blas, aguardan desde hace 10 meses la inversión de 50.000 millones de pesetas acordada por la Asamblea. La droga, la inseguridad ciudadana y la falta de servicios públicos han degradado los barrios periféricos, emparedados entre los prósperos distritos centrales y los. pujantes municipios metropolitanos.Al final, Leguina se ha decidido a dar el primer paso en solitario, sin esperar a que el Ayuntamiento y la Administración central aporten las dos terceras partes de los 50.000 millones. Y para ello ha repescado al ex director del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) Miguel Ángel Pascual, que dimitió de su cargo antes del verano. Pascual, que militó en el PCE y dirigió el movimiento vecinal de los barrios durante la transición, ocupará un despacho cercano al del presidente regional.

Como cada septiembre, el portavoz del Consejo de Gobierno, Jaime Lissavetzky, aseguró que "ahora comienza una nueva etapa en la Comunidad de Madrid". Esa vez debe de ir en serio, porque está previsto, antes de que finalice el año, que el Parlamento nacional apruebe las nuevas transferencias. "Será un revulsivo", aseguró convencido Lissavetzky, quien confía en aumentar las competencias en su consejería de Educación.

Otro de los principales proyectos del curso político será el plan de la Sierra de Guadarrama, que afectará a una veintena de municipios del entorno de Rascafría, Cercedilla y Navacerrada, así como a La Granja (Segovia). "Pretendemos abrir un debate sobre el ecodesarrollo de la sierra, visitada anualmente por el 58% de los madrileños y por unos 300.000 esquiadores, y donde existen alrededor de 100.000 viviendas de segunda residencia", precisó Lissavetzky. A la Comunidad le ronda por la cabeza la idea de transformar la sierra madrileña en el Tirol suizo, para que la temporada turística se mantenga todo el año. Incluso está dispuesta a discutir la instalación de cañones de nieve artificial, una polémica solución a la falta de precipitaciones que fue prohibida por la Asamblea en 1989 y que sigue siendo un tabú para los ecologistas.

El nuevo curso se reanuda en la Comunidad de Madrid con asignaturas pendientes. El presidente de la Asamblea, Pedro Díez, teme que las obras de la Cámara retrasen el comienzo de las sesiones. El portavoz regional no. piensa lo mismo, aunque comparte la reivindicación de una nueva sede parlamentaria que sustituya a la de la calle de San Bernardo. "La próxima semana, el presidente Leguina se entrevistará con el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, para tratar sobre la cesión a la Comunidad del palacio de Parcent [en la misma calle de San Bernardo]", anunció Lissavetzky, quien considera que la Asamblea podría contar con los dos edificios. El portavoz aprovechó la ocasión para fustigar al líder regional del Partido Popular, Alberto Ruiz Gallardón, que anteayer criticó a Leguina por "inhibirse" ante los problemas de la Asamblea. "Ha debido tomar un exceso de sol este verano. Es muy retorcido pensar que se lleve la Asamblea a la ruina para evitar el control parlamentario", apostilló.

Las excavaciones arqueológicas de la plaza de Oriente, donde el Ayuntamiento proyecta construir un aparcamiento subterráneo, siguen dando quebraderos de cabeza a los políticos madrileños. Cultura considera que va a ser difícil concluir las prospecciones en el plazo previsto, antes del 30 de septiembre, ya que sólo se ha inspeccionado un 30% de las catas arqueológicas.

De paseo con Matanzo

José María Álvarez del Manzano ya se ha entrevistado con todos sus concejales de área en dos días, empezando por los de Urbanismo y Medio Ambiente. El alcalde está pensando en reformar el servicio de limpieza viaria y en la manera de erradicar la mendicidad y la droga. "El aspecto de las calles no es agradable", reconoció ayer.El alcalde quiere tener este mes dos entrevistas institucionales "urgentes": con el delegado del Gobierno, Segismundo Crespo, y con el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell. Las relaciones con la Comunidad pueden esperar algunas semanas, ya que, como recuerda el alcalde, aún tienen plazo hasta octubre para decidir sobre su permanencia en el Consorcio Regional de Transportes.

"Quiero hablar con el delegado del Gobierno porque me preocupa la situación de las calles y el aumento de los emigrantes ilegales", comentó Álvarez del Manzano. "Además, hay que impulsar el Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal y acabar con el chabolismo, y en ello debe participar más activamente la delegación del Gobierno".

El alcalde tomó ayer plena conciencia de la situación de las calles del corazón de la ciudad. Durante tres horas estuvo paseando por el distrito Centro con el concejal Ángel Matanzo, que desde hacía meses esperaba ese momento. Estuvieron por el paseo del Prado, el pasadizo de C¡beles, la plaza de María Soledad Torres Acosta, la de Vázquez de Mella, y ordenaron intervenciones policiales contra traficantes de droga y mendigos.

"Es un problema muy grave. Hemos encontrado gente durmiendo, pinchándose o trapicheando. Pero vamos a insistir en estas operaciones, les vamos a dar la lata, pidiéndoles la documentación y expulsándoles de los lugares públicos. Esta mañana [por ayer] encontramos a gente buscada por la policía".

Pero el alcalde también pretende iniciar el curso político remozando el servicio de limpieza viaria, su otra gran obsesión tras las vacaciones. "Hay que reordenar y mejorar la organización del área de Medio Ambiente para reforzar este servicio", comentó. "Estoy dándole vueltas al asunto y en breve tendré una solución".

Álvarez del Manzano reunió ayer a su grupo de concejales para animarles al gran esfuerzo de ajustar el presupuesto del próximo año, cuyos borradores deben empezar a redactar. "Tenemos que estar preparados para gastar menos", explicó el alcalde.