35 penas de cadena perpetua para los principales líderes integristas de Túnez

El maxiproceso tunecino ha llegado a su final después de 50 días. El tribunal militar encargado de enjuiciar a 279 dirigentes y militantes integristas del movimiento Annada (Renacimiento) dictó ayer 35 penas de cadena perpetua, entre otros contra los tres fundadores, Sadok Churu, Habib Elluz y Rashid Gannuchi (quien se encuentra en paradero desconocido), y condenas inferiores (entre tres y 20 años) para otros 141. Los demás fueron absueltos. Pese a que se consideraba probable, tras la acusación de "atentar contra la seguridad del Estado", el tribunal no dictó pena de muerte alguna. El fiscal había pedido 19.Annada es desde hace dos años el enemigo público número uno de las autoridades tunecinas. Alertado por el espectacular crecimiento del Frente Islámico de Salvación (FIS) en Argelia, el Gobierno de Zine Ben Alí optó por romper toda vía de diálogo y endurecer su línea policial y prevenir cualquier contagio.

Annada, que nace bajo la influencia del fundador de los Hermanos Musulmanes de Egipto, Hasan al Banna, inició su actividad en las mezquitas de Túnez a comienzo de los años setenta. Se desmarcó de la estrategia de otros grupos islamistas árabes, mucho más radicales, y optó, en un principio, por una legalista. En 1981 solicitó infructuosamente su legalización. En ese mismo año, 40 de sus dirigentes, entre los que se encontraba su máximo dirigente, Rachid Gannuchi, fueron arrestados y condenados a duras penas de prisión, conmutadas en 1984.

El descontento social

La situación económica de mediados de los años ochenta se convierte en un aliado de los islamistas tunecinos. El movimiento gana adeptos y canaliza el descontento social. El segundo enfrentamiento con el régimen tunecino se salda en 1987 con la cárcel para 90 de sus dirigentes.La llegada al poder de Ben Alí en 1989 representa un cambio. El nuevo presidente tiende puentes y decreta su excarcelación. En las primeras elecciones legislativas, Annada, que había presentado sus candidatos bajo la etiqueta de independientes, se convierte en la primera fuerza de oposicióri activa en el país.

La ruptura definitiva entre el Gobierno y los islamistas se produce a finales de 1990, con la firme oposición de Ben Alí a la creación de un partido islámico. En mayo de 1991, ya bajo la sombra de Argelia, las autoridades anuncian el descubrimiento de una conjura que pretendía instaurar en Túnez una república islámica. Trescientas personas, cien de ellas militares, son arrestadas. La persecución de Annada se extiende por todo el país.