El Gobierno japonés crea 347 centros de salud para prevenir las muertes por exceso de trabajo
![Juan Jesús Aznárez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F6c0df8bd-0ff3-4468-936e-c96fafaa26b6.png?auth=b5d935e44f236e02ca04903532080bbde3883da024a5334989732c8e86c47147&width=100&height=100&smart=true)
El Gobierno japonés ha decidido establecer 347 centros de salud en todo el país para prevenir el avance de un padecimiento propio de una sociedad con cotas de laboriosidad sensiblemente superiores a las del resto del planeta: el karoshi o muerte por exceso de trabajo. El Ministerio de Trabajo abrirá un centro en cada una de las 47 provincias y en ellos equipos de especialistas procederán a un exhaustivo examen de las plantillas de trabajadores para evitar que los obesos o los empleados con salud más precaria caigan fulminados víctimas de un ritmo laboral imposible de resistir.
El anuncio efectuado esta semana por el ministerio coincide con denuncias judiciales presentadas recientemente por familiares de directivos que murieron "durante el cumplimiento de su deber con la empresa", según aseguran los demandantes.Un portavoz del departamento encargado de llevar adelante el plan precisó que "no se trata únicamente de reducir las muertes por exceso de trabajo, sino de controlar los síntomas de dolencias relacionadas con éste como pueden ser las enfermedades cardiacas o los desórdenes emocionales".
El proyecto preparado por el Gobierno, para el que se ha habilitado una primera partida de 2.300 millones de yenes (unos 1.600 millones de pesetas), ha tardado siete años en quedar concluido en sus aspectos esenciales y establece también 347 consultorios médicos para informar directamente a los trabajadores interesados sobre cómo cuidarse y a las pequeñas y medianas empresas sobre cómo organizar un proceso preventivo eficaz.
Las grandes corporaciones montarán sus propios centros e impartirán cursos de especialización para los facultativos en plantilla.
La muerte provocada por sobredosis laboral, difícilmente demostrable ante los tribunales, ha aumentado considerablemente en los últimos años y aunque el Ministerio de Trabajo reconoció en 1991 solamente 34 casos de fallecimientos directamente relacionados con esa causa las reclamaciones de las familias son mucho más numerosas. Un grupo de abogados que hace cuatro años abrió una línea telefónica para recibir denuncias registró un total de 2.600 llamadas y la mitad de los' comunicantes aseguraron conocer situaciones de muerte por saturación de trabajo.
El plan aprobado por el ministerio incluye un centro de investigación sobre el fenómeno.
Más de 2.000 horas al año
Hachiro Koyama, vicepresidente de la Federación de Empresarios de Japón, sostiene que hay mucho "mito" en el extranjero sobre las prácticas laborales en su país. "A nadie le importa trabajar muchas horas cuando se pone el alma y el corazón en lo que se hace y los japoneses amamos el trabajo. ¿Lo interrumpen a las 17.30 los poetas, los pintores o los escultores?".El Gobierno, consciente de que el entusiasmo de Koyama no es compartido por todos sus subordinados y sabedor de que el contingente de administrativos supera al de poetas, ha dispuesto una jornada laboral de 1.800 horas al año.
El pasado mes de mayo, cuatro millones de asalariados participaron en concentraciones públicas en exigencia de un ritmo más relajado. En 1991, los japoneses trabajaron una media de 2.016 horas contra las 1.499 registradas en Alemania y una media europea, incluida España, de menos de 1.800 horas al año.
Por otra parte, únicamente un 10% de las empresas privadas han adoptado la semana de cinco días. La firma norteamericana IBM llegó a pedir a los cuadros directivos de sus filiales en Japón que no se empleasen tan a fondo tanto para evitar un estrés excesivo y dieran ejemplo al resto de la plantilla disfrutando de sus días libres.
El establecimiento de centros de salud preventivos ha
Sido favorablemente acogido por organizaciones ciudadanas partidarias de menos horas de dedicación al trabajo. Un miembro del grupo Alcohólicos del Trabajo Anónimos se lamentaba de que "durante 17 años hice lo que la empresa quiso de mí. Perdí el contacto con mis hijos y me divorcié. La empresa lo era todo para mí. Como los alcohólicos, no controlaba la situación".
Según el doctor Satoru Saito, director del departamento de sociopatología del Instituto de Psiquiatría de Tokio, aproximadamente un 10% de la fuerza laboral nipona necesita algún tipo de tratamiento contra el exceso de trabajo.
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