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El gran dragón anda suelto

El furor capitalista arrasa en la República Popular China

Victoria Carvajal

El gran dragón se ha escapado y ya es difícil volverlo a encerrar. La liberación económica que está experimentando China es irreversible, según todos los expertos internacionales. Miembros del Gobierno insisten en que el furor capitalista es momentáneo y que la ortodoxia socialista superará con éxito este sarampión y quedará inmunizada. Sin embargo, disturbios como los que se produjeron en el sur del país para hacerse con cupones para participar en el sorteo de acciones de compañías estatales dejaron claro que el deseo de enriquecerse es general.

Socialismo de carácter chino es el lema que acompaña al octavo plan económico quinquenal (1991-1996) de la República Popular China. Sin embargo los brotes de capitalismo salvaje que se produjeron en la ciudad sureña de Shenzhen y que se cobraron dos vidas, lo contradicen. La economía del país asiático crece por encima de la media de los países industrializados. Este enriquecimiento, propiciado en parte por la cada vez mayor autonomía en la gestión de las empresas y por la introducción de principios de libre mercado, extiende entre la población la obsesión de hacer -dinero rápidamente.En este sentido, el mejor ejemplo lo dan los miembros del partido comunista. "En Pekín la actividad del partido es hacer negocios", titulaba hace pocos días el diario Herald Tribune. El artículo denuncia cómo la mayoría de los líderes comunistas no pierden oportunidad para montar su burdel particular o su hotel de cinco estrellas a la sombra de las reformas liberalizadoras que el máximo dirigente chino, el octogenario Deng Xiao Ping, quiere profundizar. Las banderas rojas y toda la parafernalia socialista que despliega la nomenklatura china no forma parte más que de la decoración. Prácticamente nadie se la toma en serio.

El departamento de personal de ejército es co-propietario del Hotel Palace, uno de los más lujosos del país.

La Federación China de Mujeres, una organización oficial encargada de proteger a las mujeres y promover el comunismo, -cita el diario, gestiona un hotel en Guangzhou que es excepcionalmente rentable. Hace escasos días, la policía descubrió porqué: docenas de mujeres jóvenes eran empleadas en un servicio de masajes o de alterne de clientes en el bar.

Explosión económica

China, con un territorio algo más grande que Estados Unidos y 1.158 millones de consumidores potenciales, está atrayendo grandes cantidades de inversiones extranjeras. El regreso a la soberanía china de Hong Kong, que será en 1997, y Macao, en 1999, aportará, además, a la república un importante centro financiero y un gran puerto comercial, respectivamente.China está experimentando una explosión económica, en términos de crecimiento, similar a la que vivieron desde principios de los ochenta los pequeños dragones vecinos: Taiwan, Hong Kong, Malaisia, Indonesia, Tailandia, Corea del Sur y Singapur. El producto interior bruto chino ha crecido cerca del 10% desde 1986, año en el que las autoridades desarrollaron el concepto de estado primario del socialismo que refleja la creencia de que el socialismo sólo puede construirse sobre una base de prosperidad que se alcanza con mecanismos de mercado.

Un informe del banco de inversiones británico Kleirtwort Benson resume así las causas que han llevado a la situación actual. Con esas directrices, los resultados económicos comprendidos entre 1986 y 1990 superaron de lejos las previsiones incluídas en el plan del Gobierno para esos cinco años.

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