300.000 personas toman las calles de Brasilia para pedir la dimisión del presidente Collor
Cientos de miles de personas luciendo crespones negros tomaron ayer las calles de las principales ciudades de Brasil para pedir la dimisión o destitución del presidente Fernando Collor de Mello. En Brasilia, unos 300.000 manifestantes pidieron ruidosamente la dimisión del jefe del Estado, sobre quien pesan graves acusaciones de corrupción. Los manifestantes recorrieron las principales calles de la capital y luego se concentraron en la gigantesca explanada de los ministerios hasta llenarla a rebosar.
Los acontecimientos se repitieron en Río de Janeiro y en Sáo Paulo, mientras que en otras ciudades, donde no hubo actos públicos, abundaron los crespones negros en señal de Iuto por Brasil". Se trata de la mayor protesta antigubernamental que se realiza en los últimos años en Brasil.El jueves pasado, el Jefe de Estado, quien se enfrenta a la posibilidad de un juicio político por corrupción, había pedido a sus partidarios que el domingo manifestaran su apoyo al Gobierno, saliendo a las calles con los colores de la bandera brasileña, amarillo y verde.
Sin embargo, su solicitud ha surtido un efecto opuesto al deseado. En vivo contraste con las multitudinarlas manifestaciones de repudio al presidente, apenas 500 personas se congregaron frente a la mansión de Collor para expresarle su apoyo.
"¡Collor a la cárcel!" y "¡Fuera Collor!" eran las consignas que podían leerse en las pancantas portadas por los participantes de la inusitada protesta, que sorprendió a sus propios organizadores.
Es posible que la poderosa iglesia católica brasileña se incorpore en los próximos días al movimiento por la destitución de Collor de Mello. El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, monseñor Luciano Mendes de Almeida, ha declarado que cuando hubiera manifestaciones por la ética en la política, la iglesia saldría a las calles.
El sábado, el ministro de Justicia, Celio Borja, admitió la posibilidad de que el presidente caiga, pero exhortó a la oposición a tener "paciencia" y aguardar el informe de la comisión investigadora del Congreso, esperado para el próximo día 26.
