El responsable de concesiones de la Expo es socio de un bar en La Cartuja
El responsable, de las concesiones de ta Expo, Javier Garrido Lagunilla, es a su vez beneficiario de una de estas contratas de la Sociedad Estatal, el Bar der Robe, ubicado junto al lago de La Cartuja. Según consta en el Registro Mercantil de Sevilla, Javier Garrido posee 200 acciones, un 10%, de la empresa Mies Bar der Robe, SA, con 10 millones de pesetas de capital. Garrido asegura, sin embargo, que su participación se limita al 1%.
Entre los socios figuran varios arquitectos de la Expo, como Guillermo Vázquez Consuegra, autor del Pabellón de la Navegación, o Antonio Vázquez de Castro, del World Trade Center. El objeto de la compañía Mies Bar der Rohe S A, llamada así en homenaje al arquitecto funcionalista, es "la realización de actividades culturales en relación con la arquitectura de la Exposición Universal".También se propone la instalación y explotación directa o mediante concesión de establecimiento de café-bares en la Exposición Universal [ ... ] como lugar de desarrollo de dichas actividades".
Garrido asegura que los miembros de la sociedad son 100 arquitectos que han intervenido en la Expo y que su participación se limita a 100.000 pesetas. Igualmente, sostiene que la concesión del bar se firmó antes de su nombramiento, en agosto de 1991, como director de la división de eoncesión y suministro.
El propio Garrido es arquitecto y autor de la empalizada de 4.500 metros que delimita el recinto de la Expo dentro de la La Cartuja. De 1987 a agosto de 1991 fue adjunto a la dirección de proyectos y construcciones de la Sociedad Estatal.
Garrido cree que no.hay incompatibilidad entre su cargo y la participación en la sociedad,ya que posee menos del 10% de las acciones. En la documentacion recogida ayer en el registro mercantil de Sevilla se le atribuyen 200 acciones sobre 2.000 y no figura la distribución entre los otros 90 arquitectos.
Respecto a por qué no vendió su participación en la sociedad al ser nombrado director de concesiones, Garrido alega que le pareció "ridículo" y que otros arquitectos le instaron a que no abandonara la sociedad. Ahora, no obstante, lamenta haber formado parte de la misma, pues "no ha cumplido sus objetivos y estamos perdiendo mucho dinero, aunque esto es lo de menos".
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