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El nuevo 'Politburó" de Moscú

El Consejo de Seguridad refuerza los poderes de Borís Yeltsin

Lejos ya de los ímpetus renovadores que siguieron al fracasado golpe de Estado de hace un año, Rusia avanza ahora hacia lo que el presidente, Borís Yeltsin, llama "Estado democrático fuerte", y su vicepresidente, el general Alexandr Rutskói, "poder fuerte". La institución clave para ese fortalecimiento es el Consejo de Seguridad, que en julio ha recibido atribuciones que lo asemejan al viejo Politburó del Partido Comunista. El Consejo está respaldado por los sectores de la nomenklatura que, en teoría, han renunciado a la defensa del socialismo, y por las fuerzas democráticas que piensan en Rusia como gran potencia.

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Por decreto de Yeltsin, el Consejo de Seguridad es el encargado de preparar el informe anual del presidente, es decir, el programa de obligado cumplimiento para todos los órganos del poder ejecutivo. El Consejo de Seguridad, además, está facultado para dar instrucciones precisas y puede dotarse de mecanismos para controlar que las órdenes se cumplan, con lo que se sitúa claramente por encima del Gobierno y de las instancias ejecutivas regionales y locales. Estas atribuciones ejecutivas del Consejo modifican sustancialmente el carácter de órgano asesor con que había sido creado inicialmente un año atrás.En un extenso artículo titulado El golpe silencioso de Boris Yeltsin, el semanario demócrata Novedades de Moscú considera que el Consejo de Seguridad se parece al comité de emergencia creado por los golpistas en agosto pasado, con la diferencia de que ha sido formado mediante mecanismos legales y por el propio presidente. Se trata, subraya el autor, de "un órgano constitucional con facultades no constitucionales que ha llegado al poder sin usar tanques".

Por el contrario, un político de trayectoria democrática como Serguél Stankévich, actualmente asesor del presidente, tiene una visión mucho más positiva: "El Consejo", dice, "es simplemente una respuesta a la profunda crisis que estamos atravesando, que nos permite dotarnos de los instrumentos efectivos para poder afrontarla".

Evitar fricciones

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Los partidarios de la nueva institución subrayan su carácter de elemento integrador de representantes del Gobierno y del Parlamento, y, en consecuencia, su capacidad de armonizar posiciones entre los poderes y evitar así las fricciones institucionales que han retrasado la marcha de la reforma.

Los miembros permanentes del Consejo son el propio Yeltsin; el vicepresidente, Rutskói; el primer ministro, Yegor Gaidar; un vicepresidente del Parlamento, Serguél Filátov, y Yuri Skókov, cuyo único cargo es el de secretario del propio Consejo. De todos ellos, sólo Galdar representa a los sectores liberales que en enero lanzaron una profunda reforma económica, entonces alentados por un Yeltsin distinto al de ahora.

Las primeras manifestaciones de que el presidente ruso estaba trabando nuevas alianzas se sitúan en mayo y junio. Coincidiendo con la gran escasez de papel moneda -el gran fallo del Gobierno que causó enormes retrasos en el cobro de los salarios y estuvo a punto de provocar una oleada de huelgas-, Borís Yellsin introdujo en el Gobierno a tres destacados representantes de la gran industria rusa y puso freno a las reformas radicales. Estas medidas ya se interpretaron entonces como fruto de un pacto con el poderoso complejo militaro-industrial.

Paralelamente, el presidente colocó al frente del recién creado Ministerio de Defensa a una serie de generales más bien caracterizados por sus posiciones nacionalistas y conservadoras.

En un informe que circuló por el Parlamento poco antes de las vacaciones, el grupo de investigaciones sociológicas RF-Política, alineado con los demócratas radicales, valoraba esos cambios como "una nueva victoria de la nomenklatura, que no sólo ha mantenido su potencia económica, sino que ha recuperado posiciones políticas". Para ese grupo, Yeltsin "está hundiéndose cada vez más en el pantano del gorbachovismo, convirtiéndose en el líder de un proceso anti-Yeltsin".

En ese proceso, según el informe, el Consejo de Seguridad tiene un papel relevante: "Las comisiones locales que se están formando, basadas en la élite de los ex dirigentes económicos y del partido, y que quedan supeditadas al secretario del Consejo, Yuri Skókov, son sencillamente los embriones de los futuros comités de emergencia, que agrupan a los representantes de la nomenklatura económico-administrativa".

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