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"¿Recuerdas al padre Porter?"

Más de 80 personas denuncian a un ex cura de Massachusetts por asalto sexual cuando eran niños

Rosa Rivas

Todos en Estados Unidos conocen ahora al padre Porter, aunque, durante casi 30 años, sus desmanes permanecieron en la sombra, mientras las decenas de niños que presuntamente fueron las víctimas de sus abusos sexuales guardaban silencio por temor "al castigo de Dios". Por fin, quienes ya son hombres y mujeres han decidido llevar a los tribunales a James R. Porter, a quien consideran causante de su inestabilidad emocional y su pérdida de fe en el catolicismo. El ex cura, de 58 años, casado y padre de cuatro hijos, ha pedido perdón por el mal causado "cuando era un sacerdote enférmo", pero sus denunciantes no se conforman con sus disculpas: quieren verle en el banquillo de los acusados.Harto de las pesadillas Frank Fitzpatrick decidió enfrentarse con la figura que aparecía en su mal sueño. "Tengo que encontrar al padre Porter", se dijo, y utilizando su experiencia como detective privado pudo hallar al hombre que se aprovechó del monaguillo Frank en una pequeña localidad de Massachusetts. Encontró a Porter viviendo tranquilamente en Oakdale (Minnesota) con su mujer y sus cuatro hijos pero quiso descubrir más y puso anuncios en los periódicos: "¿Recuerdas al padre Porter?". Para su sorpresa, montones de personas contestaron y decidieron enfrentarse legalmente a quien les había asaltado al pie del altar, en el patio del colegio o incluso en su propia casa.

"¿A cuántos niños molestó?". "No sé; 50, tal vez 100". "Pero ¿no se arrepiente de lo que hizo?". "Sí, siento mucho el mal que pude hacer". La conversación telefónica de Fitzpatrick con Porter fue aireada en un programa de televisión el pasado mayo. Las víctimas, con voz entrecortada y ojos llenos de lágrimas, contaron su historia ante las cámaras. "Arruinó nuestra niñez; queremos que le juzguen", decían una y otra vez.

Tras el programa no han dejado de aparecer acusadores. Todos tenían miedo: Porter les había dicho que Dios les castigaría si hablaban. Pero al ver que no eran los únicos se animaron a romper el secreto.

Ante las más de 80 denuncias, presentadas en los Estados de Massachusetts, Minnesota y Nuevo México, Porter ha hecho pública una nota de disculpa a través de su abogado. "Abusé de unos cuantos niños", reconoce, y dice que dejó el sacerdocio en 1974 al ver que no podía controlar su comportamiento.

Antes de ello, Porter no cesó en su actividad, a pesar de que sus superiores le trasladaban de una diócesis a otra para que "se repusiera de su enfermedad", e incluso fue enviado a un centro de tratamiento para pedófilos en Nuevo México. Según Bruce Pasternack, abogado de los demandantes de este Estado, Porter violó allí a un niño escayolado de cuerpo entero tras una operación.

"Por culpa de Porter he perdido mi religión, mi fe y mi confianza en las personas", dice una de las víctimas. Como la mayoría de "los niños del padre Porter", aún está bajo tratamiento psiquiátrico.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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