La M-50 no será un anillo cerrado en autovía
Las ideas ya están claras. Técnicos de¡ Ministerio de Obras Públicas y de la Comunidad han perfilado las grandes líneas de un documento que recogerá el segundo convenio de accesos a Madrid. El actual ya está casi liquidado. El nuevo plan abordará la creación de la M-50, que no será un anillo cerrado ni una autovía en todos sus tramos. Además, el ministerio parará sus inversiones ferroviarias, mientras que gastará más en asfalto. Los vehículos privados saldrán beneficiados, pero también los autobuses: se construirán tres nuevas vías de acceso a la capital con carriles reservados para el transporte público.
La solución política de los polémicos 3,6 kilómetros que permitirán cerrar por el norte la via de circunvalación M-40 dentro de unos cuatro años ha puesto el punto final al actual plan de accesos a Madrid. Muchas obras, no obstante, se encuentran aún en fase de construcción o adjudicación.El nuevo convenio se empezó a estudiar en serio el pasado mes de enero, y las primeras conclusiones teóricas ya han tomado cuerpo. La Secretaría General de Planificación y Concertación del Ministerio de Obras Públicas (MOPT) está trabajando en lo que se denomina un Plan Intermodal de Transportes para nueve grandes áreas urbanas de España.
En el plan de Madrid, que se presentará en septiembre, las infraestructuras ferroviarias tendrán que ceder el paso a las carreteras. Además, se propugna un modelo distinto de relaciones entre Madrid y las ciudades de su periferia. El objetivo es, por un lado, "descentralizar la capital", y por otro, "potenciar los nuevas núcleos del área metropolitana", asegura el director general para las Infraestructuras en las Grandes Ciudades, Francisco Fernández Lafuente.
Agustín Herrero, director regional de Carreteras, aporta los últimos datos de crecimiento de la población en la Comunidad de Madrid y de movilidad del tráfico. En 1975, el municipio de Madrid concentraba el 75% del censo regional, y en 1991, este porcentaje descendió al 60%. Los municipios de la corona metropolitana albergan en la actualidad a 1.700.000 vecinos.
Movimientos periféricos
Las encuestas más recientes demuestran que los desplazamientos con origen y destino en la periferia han aumentado vertiginosamente. En 1974 eran el 11% del total. Ahora suponen el 30%.
La M-50 unirá, a lo largo de unos 115 kilómetros -a una distancia del centro de la capital que oscilará entre los 15 y los 20 kilómetros-, las seis carreteras de acceso a Madrid. El quinto cinturón describirá un anillo incompleto desde la carretera de Burgos (N-I) hasta la de La Coruña (N-VI). Pero entre estas dos vías no existirá comunicación.
Los técnicos del ministerio y del Gobierno regional coinciden en que los cinturones alrededor de las grandes ciudades no son la panacea para resolver los atascos, ya que a determinada distancia del centro resultan más convenientes las conexiones transversales que las circulares. "El mito del tráfico de tránsito ha caído, porque es mínimo -un 10%,- comparado con la movilidad general interurbana", sostiene Fernández Lafuente.
Mientras, Herrero mantiene que muchas ciudades europeas, sobre todo las costeras, no están rodeadas por anillos concéntricos de carreteras. "En Madrid, el monte de El Pardo es como el mar", apunta. Esta masa forestal y el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares son las dos zonas verdes protegidas que se sitúan entre la N-I y la N-VI.
Fuentes del Ministerio de Obras Públicas argumentan que la escasa afluencia de tráfico hace innecesario abrir una carretera entre estas dos vías, (noroeste en la N-VI y noreste en la N-I). que abarcan un área menos poblada que la situada al sur de la región. Por este motivo, la M-50 tampoco será autovía con varios, carriles en todos los tramos de su, recorrido, aunque sí en los que vayan a tener mayor intensidad de tráfico.
En los trazados donde la circunvalación no tenga la forma de autovía se reservará suelo suficiente para poder desdoblar las calzadas en el futuro. Sin embargo, el ministerio aún tiene que negociar con los ayuntamientos la planificación de las reservas de terrenos para la M-50.
Obras Públicas no tiene noticias de que hasta el momento se haya reservado algo de suelo para el quinto cinturón en los 14 municipios que atravesará, excepto en la zona del Arroyo Culebro, entre Leganés y Fuenlabrada. La Comunidad está construyendo ya, entre la carretera de Andalucía y la de Extremadura, los primeros siete primeros kilómetros de la M-50, con tres carriles por sentido. La inversión en este tramo supera los 7.000 millones de pesetas.
La Comunidad pretende
aproximar posturas" con el MOPT en las próximas semanas para que "el concepto de la M-50" sea claramente de autovía.
La Consejería de Política Territorial sí ha previsto las reservas de suelo para el anillo de circunvalación. Según fuentes de la Comunidad, los ayuntamientos han sido informados de la necesidad de calificar para carreteras un 30% de los planes urbanísticos afectados por la M-50.
Ciudad aeroportuaria
El Gobierno regional, que defiende la articulación de las comunicaciones en la periferia de Madrid, quiere apoyar con la M-50 sus operaciones territoriales, tanto en suelo industrial como comercial. El ministerio, según reconoce Fernández Lafuente, persigue, sobre todo, impulsar con el quinto cinturón el desarrollo de la ciudad aeroportuaria de Barajas.
Para ello se llevará ante el Consejo de Ministros un documento que el ministro de Obras Públicas, José Borrell, tiene ultimado desde hace semanas. Borrell quiere construir de forma inmediata una nueva pista en el aeropuerto de Barajas, al norte de la actual, para paliar los problemas de ruido en las poblaciones colindantes. El proyecto prevé la construcción de otra plataforma de aterrizaje y una nueva terminal. Con esta decisión se suprime una de las tres nuevas pistas proyectadas en el plan diseñado en 1990 por el equipo del ministro José Barrionuevo.
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