El Gobierno francés no podrá promover el "sí" a Maastricht en radio y televisión
Millones de veraneantes franceses han empezado a ser acosados en playas y montañas por los partidarios y enemigos del Tratado de Maastricht. La campaña oficial del referéndum del próximo 20 de septiembre será corta y ningún bando quiere desaprovechar la ocasión de hacer avanzar sus posiciones durante estas semanas de rigor estival. Esa propaganda directa se ha intensificado después de que el Consejo Superior Audiovisual (CSA) ha recordado la prohibición de hacer publicidad política en radio y televisión.El Gobierno socialista anunció ayer que renuncia a utilizar los medios audiovisuales para difundir los argumentos favorables a la aprobación del Tratado de Maastricht. Los franceses no escucharán ni verán la campaña que, por encargo del hotel Matignon, sede del Ejecutivo, había preparado Jacques Seguela, el publicitario que ayudó a François Mitterrand a hacerse con la presidencia.
La campaña de Seguela estaba basada en el lema Europa es adulta. Démosle su mayoría de edad. Su coste total se elevaba a unos quinientos millones de pesetas.
Matignon dio marcha atrás tras recibir una dura reprimenda del CSA, el organismo independiente que vela por el respeto de las normas que rigen el mundo audiovisual francés. El CSA recordó al Gobierno que desde 1986 las "emisiones publicitarias de carácter político" están prohibidas en las radios y televisiones públicas o privadas del país.
Las restricciones legales a la publicidad y la proximidad del referéndum están obligando a los políticos a acortar sus vacaciones o dedicarlas a explicar a sus vecinos de playa o de montaña las razones por las cuales hay que votar a favor o en contra de la Unión Europea.
El pasado martes, la ministra de Asuntos Europeos, Elisabeth Guigou fue a hacer campaña directa a favor del sí a unos billares de La Roche-sur-Yon, una localidad de La Vendée, el feudo del conservador Philippe de Villiers. La ministra dejó su bolso de cuero negro y su chaqueta roja en la barra e intentó pegar hebra con los chavales. "¿Os interesa Europa?", "¿sabes que podrás hacer cursillos en el extranjero y obtener becas?", "hay que viajar: ¿tú hablas inglés?", preguntaba. Dado que los chavales respondían con gruñidos o monosílabos y seguían con sus juegos, Guigou se confesó derrotada.
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