El calor, los banqueros y el fantasma de Ibercorp

Ayer no faltó ni uno. Allí estaban todos los grandes banqueros del país aplaudiendo al nuevo gobernador del Banco de España y despidiendo al anterior. El salón de actos estaba repleto de personalidades del mundo financiero, que habían acudido como si hubieran tocado a zafarrancho. "Hoy pasan lista", comentaba con ironía un conocido banquero antes de pasar a un cóctel restringido a los personajes más distinguidos. Un refresco que todos agradecieron, después del calor que pasaron durante el acto oficial. Los organizadores tuvieron que apagar el aire acondicionado, porque se acoplaba con el micrófono y el ambiente era tan asfixiante que Carlos Solchaga tuvo que secarse el sudor varias veces con el pañuelo durante los discursos.Los invitados fueron llegando desde antes de las 13,00 e hicieron corrillos en el centro de un salón en el que se habían instalado tribunas para las cámaras de televisión y los fotógrafos. Allí estaban charlando los banqueros Alfonso Escámez, José María Amusátegui, Emilio Ybarra, Luis Valls, Francisco Luzón, Mario Conde, Emilio y Jaime Botín, José Vilarasau, Jaime Terceiro, Rafael Termes, José Luis Leal y Guillermo de la Dehesa, entre otros. Los anteriores gobernadores, Luis Coronel, José María López de Letona y José Ramón Álvarez Rendueles, charlaban con otras personalidades de las finanzas, como Luis Carlos Croissier, Miguel Boyer, Fernando Abril, Leopoldo Calvo Sotelo y una larga lista de ilustres invitados.

En los corrillos se hablaba del nuevo descalabro de las bolsas, de las recientes medidas de ajuste del Gobierno y, en tono más bajo, del escándalo Ibercorp que le ha costado el puesto a Rubio. Nadie citó en sus discursos el asunto, pero el fantasma de Ibecorp estaba presente implícitamente en algunas frases de agradecimiento del gobernador saliente al apoyo recibido de González y Solchaga.