Virtuosos entre los árboles
115 jóvenes estudiantes de música españoles y extranjeros ofrecen conciertos gratuitos en Miraflores de la Sierra
Cuatro jóvenes tocan el saxo en la piscina; otros tres mueven sus instrumentos de viento entre los árboles, y otro más alto, chino para mas señas, hace sonar un violín desde la copa de un árbol. Es el inusual paisaje que muestra desde hace una semana Miraflores de la Sierra. A iniciativa de la Universidad de Autónoma de Madrid, se han congregado en ese pueblo 115 jóvenes estudiantes de música españoles, también algunos extranjeros, y, virtuosos ellos, han formado una orquesta que, desde el viernes y hasta hoy, ofrece conciertos gratuitos ala población.
"No basta con residencias, profesores y becas, sino que tiene que repercutir en la sociedad lo que ella misma paga a través de impuestos; por eso damos los conciertos", afirma José Peris, catedrático de música y organizador de esta iniciativa, que él mismo califica como el reverso de la capitalidad cultural europea de Madrid. "Madrid 92 es para los señoritos de la capital; no llega hasta aquí [a Miraflores, población de 2.500 habitantes, al noreste de Madrid]. Por eso nosotros hemos dicidido hacer este curso, con conciertos incluidos, en una sierra culturalmente pobre".La geografía que componen los 115 virtuosos reunidos en una residencia, tan preciosa como su nombre (La Cristalera), abarca en edad desde los 14 a los 26 años, aunque la media ronda los 19. El grupo más compacto, juerguista y hasta fallero, lo forman 80 estudiantes valencianos del Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo. Luego están 15 ingleses, del Royal College de Londres, así como profesores de la misma nacionalidad, y el resto, alrededor de 20 alumnos más, donde hay de todo: varios del Real Conservatorio de Madrid y hasta uno polaco y un chino.
"El año pasado fue el primer encuentro", recuerda Peris. "Trajimos a los Virtuosos de Londres, pero fue un curso más de cámara, o sea, sin conciertos a la población. Ahora hemos decidido crear una especie de selección B, en la que la zona de Valencia ocupa la mayor parte por su gran tradición en la enseñanza musical".
Clases, ensayos mañana y tarde, conciertos de noche ante un aforo de 1.000 sillas al aire libre, madrugadas juveniles en libertad para un objetivo concreto: "La enseñaría musical en España es buena, pero hemos despertado tarde y la juventud está desatendida", enumera Peris. "Hay autonomías, que se gastan muchos millones en crear orquestas y luego resulta que no hay españoles en esas orquestas".
Orquesta Nacional
Hasta la fecha sólo la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) había hecho experiencias similares, "pero nunca tan ambiciosa como la nuestra, porque aquí no hay boato ni ministerio", añade Peris. "Ni siquiera hay apoyo de la Generalitat valenciana", apunta Roberto Fores, director de la orquesta del conservartorio valenciano, mientras Peris y él manifiestan la voluntad de continuar el año próximo y consolidar la marca, el nombre que acaban de crear: Orquesta del Festival de la Universidad Autónoma de Madrid.
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