Los Doce piden la expulsión de Yugoslavia de la ONU

Los ministros de Exteriores de la CE decidieron ayer en Bruselas pedir la expulsión de la nueva Yugoslavia de la ONU y de otros organismos internacionales, según fuentes diplomáticas, al aprobar un documento en este sentido presentado por la presidencia británica. Este paso adelante de los Doce sigue al rotundo fracaso, del alto el fuego que había de entrar en vigor el pasado domingo y que los intensos combates de ayer ponían en ridículo. Los combates obligaron incluso a la suspensión del puente aéreo internacional de ayuda humanitaria a Sarajevo.

La tregua en Sarajevo duró apenas unas horas. Tres civiles sucumbieron al explotar un proyectil de mortero. Los violentos combates en las cercanías del aeropuerto obligaron a los soldados de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) que protegen la llegada de aviones internacionales a buscar refugio. Dos de ellos, de nacionalidad canadiense, resultaron heridos. Por primera vez desde la inauguración del puente aéreo, el 3 de julio, el aeropuerto fue clausurado. El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, que tenía previsto realizar, ayer una visita a Zagreb, tuvo que cancelar el viaje. Los combates seguían anoche en tomo al aeropuerto.Mientras, en Bruselas, los Doce estudiaban medidas radicales para castigar a quien consideran principal responsable de la guerra en Bosnia (el régimen de Belgrado) y abordaban también la posibilidad de convocar una nueva conferencia internacional sobre la paz en Yugoslavia, que sustituya a la actual, presidida por el británico lord Carrington. El nuevo foro, según la idea lanzada hace un mes por François Mitterrand, debería contar con una participación internacional más amplia, lo que significaría el reconocimiento explícito de la impotencia de la CE para imponer una solución negociada. A corto plazo, sin embargo, la principal baza de la CE será promover la expulsión de la nueva Yugoslavia (formada por Serbia y Montenegro) de la ONU.

El comunicado, aprobado por los Doce, el enésimo desde que hace más de un año se inició la crisis, no entra a precisar el paraguas bajo el que nacería la nueva conferencia, e insiste de momento en el apoyo a las negociaciones presididas por Carrington, que hoy tenía previsto regresar a la zona de conflicto. Los ministros de Exteriores de la Comunidad anticipan ya la necesidad de un refuerzo a través de consultas constantes con las Naciones Unidas y, la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).

La información dada por el ministro británico Douglas Hurd a sus colegas sobre su reciente viaje a las zonas en conflicto se vio, una vez mas, superada por los acontecimientos. Los Doce se enteraron en la sala de reunión del cierre del aeropuerto de Sarajevo. El comunicado insiste en la preocupación comunitaria por la falta de cumplimiento del último alto el fuego negociado, y condena "todas las políticas de limpieza étnica, y expulsiones a la fuerza". Como medida práctica, los ministros de Exteriores ratificaron la propuesta de la Comisión Europea de aumentar en 15.600 millones de pesetas la ayuda a los refugiados y -a la población civil. La Comunidad apoya también la reunión que, bajo el auspicio del ACNUR (Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados), se celebrará el día 20 en Ginebra.

Aviones de regreso

En Sarajevo, el jefe de las fuerzas del Unprofor, el general canadiense Lewis MacKencie, ordenó a los cinco aviones ya destinados a Sarajevo volver a su punto de partida. Se esperaba el aterrizaje de 22 aviones con alimentos y medicamentos.

Un avión Hércules T-10 del Ala 31 de la base aérea de Zaragoza partió ayer en tomo a las 10,30 rumbo a la zona de conflicto, informa Javier Ortega. Integran la tripulación nueve miembros del Ejército del Aire de la base de Zaragoza. La tripulación normal, de cinco miembros, se ha reforzado con un piloto, un mecánico y dos técnicos más, según informaron ayer fuentes del Mando Aéreo de Levante, con sede en Zaragoza. Acompañan a la tripulación tres personas del Ministerio de Defensa, al parecer, de la revista Defensa Española. El regreso del avión a Zaragoza está previsto para el día 24, aunque las últimas acciones bélicas en la zona pueden influir en la operación a desarrollar.

Los combates se reanudaron ayer -o mejor dicho, no cesaron- en Gorazde, Kupres, Bosanski Brod, Bihac, Trebinje y otros puntos de Bosnia, como si el acuerdo sobre alto el fuego no hubiese sido firmado en Londres el pasado viernes.

La continuación de la guerra dejó en un segundo plano el viaje relámpago, del primer ministro yugoslavo, Milan Panic, a Sarajevo el domingo pasado. Con sus métodos, políticos, inusuales para los Balcanes -decisiones rápidas, lenguaje tajante y siempre acompañado de periodistas-, Panic fue el primer político de Belgrado que llegó a Sarajevo para promover la paz y dialogar con el presidente de Bosnia, Alia Izetbegovic.

Éste último dijo que no dudaba de la buena voluntad de Panic, pero sí de su información acerca de la situación política y militar. "La paz en Sarajevo y en Gorazde es la prueba" del plan de paz de Panic, estimó Izetebgovic, quien accedió al, retiro de la artillería de Gorazde. Panic prometió asimismo que la artillería serbia en Sarajevo estaría sometida al control de las fuerzas de la ONU. Ninguna de las dos promesas se cumplió. Panic no tuvo tiempo de conocer los resultados de su misión. Al volver de Sarajevo a Belgrado, subió a otro avión que le llevó a Nueva York.