Las bolsas y los mercados de deuda se desploman tras la decisión del Bundesbank de subir los tipos de interés

La mayoría de las bolsas y mercados de deuda pública europeos sufrieron ayer las consecuencias de la resaca del aumento del tipo de descuento en Alemania. El desplome fue generalizado, mientras los mercados de divisas se mantenían expectantes ante los rumores de realineamiento del marco alemán frente al resto de las monedas del Sistema Monetario Europeo (SME). La peseta se mantuvo firme, reforzada por las indicaciones del Banco de España de no modificar su política monetaria y el compromiso del Gobierno de mantener su actual tipo de cambio. La Bolsa de Madrid perdió ayer 5,34 puntos en su índice general -un 2,33%-, que le sitúan en un nuevo mínimo anual, al mismo nivel que en enero de 1991 y en una posición de caída libre.

El mercado de valores español reaccionó ayer con pesimismo a la subida del tipo de descuento en Alemania y la posibilidad de que el Banco de España adopte próximamente una postura similar. El índice de la Bolsa de Madrid perdió 5,34 puntos, Barcelona cayó 4,76, Bilbao 5,39, y Valencia 3,93. El retraso del Gobierno en dar a conocer las medidas económicas que adoptará para atajar la actual crisis es el principal motivo que esgrimen los inversores a la hora de justificar su abandono de la renta variable, informa Rafael Vidal.

Las cotizaciones han caído a los niveles de enero de 1991, cuando el inicio de la guerra del Golfo empujaba la bolsa al alza y llevaba a pensar en una inminente recuperación de las economías occidentales. 19 meses después todo ha empeorado lo suficiente como para que algunos analistas piensen en niveles inferiores en los que apoyar cualquier reacción del mercado.

El resto de las bolsas mundiales también cayeron. Tokio marcó la pauta con una caída del 2,59%. Londres, París y Francfort también perdieron más de un 2% y Nueva York cerró con una caída de 29,99 puntos en su índice Dow Jones. Lo mismo sucedió con los mercados de deuda pública, cuyas cotizaciones se situaron ayer por debajo de los niveles a los que les precipitó en junio el no danés al Tratado de Maastricht. Los bonos a diez años en marcos, francos, ecus, liras y pesetas volvían a depreciarse descontando nuevas subidas de tipos.

Respecto a los mercados de divisas, la decisión alemana de anteayer prolongó la situación de incertidumbre de las últimas semanas. El aumento de 3/4 de punto en el tipo de descuento alemán -precio al que se financian los bancos en el interbancario y que, por tanto, no debería afectar a los mercados monetarios europeos-, confirma que la evolución de los tipos de interés en Europa tiende al alza y no, a la baja, como esperaban la mayoría de los países comunitarios con economías renqueantes.

Italia -para evitar un nuevo deplome de la lira- y Bélgica y Holanda -por ser países del área de influencia del marco alemán-, habían seguido el mismo jueves la iniciativa del Bundesbank. El Banco de España, que subió las rentabilidades en el mercado diario, ha optado por no modificar la tasa oficial de intervención. Tan sólo Francia y el Reino Unido han demostrado ser menos vulnerables que sus socios a la política monetaria alemana. El dólar estadounidense volvía a caer frente al marco alemán, llegando al mínimo anual; frente a la moneda española también se depreció y fijó un cambio medio de 94,104.

La peseta, que llegó a caer un 1,5% cuando el Bundesbank aumentó su tasa de descuento, se mantuvo ayer firme, pese a los rumores de devaluación y de posible entrada en la banda estrecha del SME (del +-6% al +2,25%) que circulaban en medios financieros. Estos rumores fueron disipados por la tarde por la ministra Portavoz del Gobierno, Rosa Conde, quien afirmó que "el Gobierno garantiza totalmente el tipo de cambio de la peseta en estos momentos".

También el Banco de España descartó ambas posibilidades en un intento de mantener la tranquilidad en los mercados. Ante el nerviosismo de los operadores, la autoridad monetaria decidió inyectar todo el dinero que demandaba el mercado en la subasta de liquidez (755.000 millones de pesetas al 12,5%), aunque a última hora tuvo que drenar 211.00 millones al 12,45%.