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Reportaje:

Todo a punto para la invasión

Seis días después de su apertura la Villa Olímpica aguarda la llegada masiva de los atletas

Seis días después de abrir sus puertas, la Villa Olímpica de Barcelona está al 10% de su rendimiento. Las amplias avenidas prefabricadas están vacías, los bares musicales en silencio y las salas recreativas están absolutamente infrautilizadas. Hasta ahora sólo 1.319 atletas se han instalado en lo que será su residencia mientras duren los Juegos Olímpicos. Pocos son conocidos. Sólo un deportista ilustre, Felipe de Borbón, atrae la atención de las 9.000 personas que hacen funcionar toda la infraestructura.La villa, aun semidesierta, es impresionante. Las grandes figuras mundiales no han llegado, pero todos los servicios y mecanismos funcionan ya al ciento por ciento. Todo está listo para recibir a los 14.106 residentes que tomarán la villa casi por asalto pocos días antes del inicio de los Juegos. "Nosotros llegarnos hace un par de días, pero no creo que eso sea lo más adecuado", comentaba Paco Sánchez, seleccionador femenino de balonmano. "Lo mejor es instalarse poco antes del inicio de la competición".

Los servicios de la villa prevén todas las posibles necesidades de sus habitantes. Incluso pueden comprarse condones en las 23 máquinas expendedoras distribuidas en los lavabos, la discoteca y el bar musical. Se prevé la utilización de 50.000 preservativos, al módico precio de 100 pesetas cada tres unidades. El comedor principal tiene una capacidad para 4.000 personas, pero mantiene un ala cerrada. Los encargados de los grandes almacenes instalados en la villa se mostraban ayer satisfechos. "Vendemos según lo previsto. Las delegaciones actuales tienen poder adquisitivo. Ya veremos cuando empiecen a llegar los equipos del Este". Sus ventas actuales rondan el millón de pesetas al día.

Por el momento, los atletas están entrando en contacto con el complejo mundo en el que deberán vivir por espació de tres semanas. "A pesar de que la villa sólo funciona al 10%, se nota mucha actividad", explica Bernardo Joselevich, jefe del Centro de Servicios. "Tenemos los típicos problemas de rodaje".

En el Centro de Servicios se orienta a las distintas delegacio nes para que aprendan a moverse por la villa. Si están compuestas de 10 o más miembros, se les facilitarán una o dos bicicletas para desplazarse. A esa oficina pueden acudir también si necesitan cualquier tipo de material suplementario. Por una televisión, por ejemplo, pagarán 40.000 pesetas por todos los días de los Juegos. Un vídeo les costará 35.000.

El centro religioso Abraham sigue manteniendo contactos con los agentes pastorales -representantes de las cinco religiones que convivirán- para adecuarlo a las necesidades de los practicantes.

"Todo funciona muy bien", dice Álvaro Montesinos, entrenador del equipo español de gimnasia. "Ya veremos cuando llegue la invasión".

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